Save the Children considera que se debería acabar con la idea de que los niños deben sufrir para convertirse en campeones. Por ello, plantea una serie de recomendaciones para que el deporte sea beneficioso para el menor:
- Ningún niño menor de siete años debería practicar un deporte de forma competitiva y hasta los 13 años no se debería realizar una práctica especializada.
- Los entrenamientos no deberían exceder las tres horas al día.
- Se debe garantizar la no separación total de la familia, sobre todo en las escuelas de alto rendimiento, donde además se añade la imposibilidad de elegir a sus amigos y toda su red social está en el deporte.
- Se debe garantizar la continuidad del ciclo educativo, no sólo durante la infancia sino promover la formación profesional que posibilite salidas profesionales para los deportistas de élite dentro o fuera del deporte.
- Poner límites al tipo de ejercicios, de forma que no se incluya en los programas de entrenamiento ninguno que pueda dañar la integridad física del niño.