La justicia italiana ha autorizado a la familia de una joven que llevaba en coma más de 16 años a dejar de alimentarla, según informa la agencia de noticias italiana Ansa. La Corte de Apelación da por probado que "el estado vegetativo pemanente era irreversible" y que la mujer "habría preferido morir a ser mantenida con vida de forma artificial".
La Corte de Apelación Civil de Milán ha autorizado al padre de Eluana Englaro a interrumpir "la hidratación y la alimentación forzosa" que mantenían con vida a su hija desde que en 1992 tuvo un accidente de coche que la dejó en coma.
Eluana Englaro se encontraba hospitalizada desde entonces en un hospital de Lecco (en el norte de Italia) en un coma calificado como irreversibledans por los médicos. Desde 1999 su padre llevaba pidiendo la interrupción del tratamiento. El periódico El Corriere della Sera ha hablado con el padre nada más conocerse la noticia. Englaro ha dicho: "ne me lo aún, quiero leer la sentencia", y ha añadido "¿dolor?, mi hija murió hace 16 años". El diario además recoge la foto de la joven que puede verse a la izquierda.
Eluana Englaro sufrió un accidente de coche el 18 de enero de 1992 y desde encontes se encontraba en un estado vegetativo permanente, según recoge la agencia Ansa. Siete años más tarde, su padres, Beppino Englaro, solicitó la suspensión del tratamiento, cuya autorización ha tardado casi diez años en llegar.
Un complicado debate
El caso de Eluana Englaro, nacida hace 36 años, recuerda al de Piergiorgio Welby, un italiano que padecía distrofia muscular y que reclamó su derecho a morir y pidió judicialmente que los médicos le desconectaran del respirador que le mantenía con vida. Su caso conmocionó a Italia y demostró el vacío legal existente en el país a la hora de rechazar un tratamiento médico, algo que por otro lado reconoce la Constitución.
Por otro lado, en 2007, un juez rechazó la desconexión de otro enfermo de distrofia muscular, Giovanni Nuvoli, de 53 años. El motivo del juez fue que era "imposible ordenarle a un médico, incluso indirectamente, hacer algo contra su conciencia".
El debate sobre la eutanasia en Italia es si cabe más complicado que en otros países por la influencia de la Iglesia católica que se negó a llevar a cabo un funeral para Piergiorgio Welby debido a que había manifestado su derecho a morir "públicamente y de manera repetida", algo que "contrasta con la doctrina de la Iglesia" aseguró la institución en aquel entonces.