Treinta y cinco años después, la muerte del cantautor Víctor Jara en el Estadio Chile a manos de los militares seguidores de Pinochet puede dejar de quedar impune.
La justicia chilena ha reabiertoel caso, que había cerrado un juez el 15 de mayo, ha admitido gran parte de las cuarenta diligencias solicitadas el 28 de mayo por el abogado querellante y representante de la familia, que insistieron en que no se recopilaron todos los antecedentes y que hay varios involucrados en el crimen del también director de teatro.
El juez Juan Eduardo Fuentes había cerrado el sumario con un único inculpado como autor del homicidio el coronel del ejército jubilado Mario Manríquez Bravo, quien fue director del campo de prisioneros en el que fue transformado el Estadio Chile, recinto donde Víctor Jara fue asesinado.
"Con esto se espera que definitivamente el crimen de Víctor Jara sea aclarado en su totalidad, incluyendo a todos los inculpados", ha asegurado el abogado de la familia, Nelson Caucoto.
Llamamiento de la familia
En la reapertura del caso ha jugado un papel clave el llamamiento público que hizo el pasado 15 de mayo Joan Jara, la viuda del artista, a las 5.000 personas que estuvieron en el Estadio Chile entre el 12 y 15 de septiembre de 1973 para identificar a los responsables de la muerte de su marido.
Por este motivo, entre las diligencias solicitadas por Caucoto estaba citar a declarar a soldados y personas que estuvieron detenidas en el estadio junto con Jara, y que en estos días habrían aportado nuevos antecedentes a la causa.
Además, los familiares han solicitado que se investigue la identidad de El Príncipe, a quien se acusa de torturador en el Estadio Chile y presunto autor material del asesinato de Jara y cuya identidad no ha trascendido.