Silvio Berlusconi tiene prisa para gobernar Italia, buena prueba de ello es que se ha presentado al acto en el que tenía que aceptar el encargo de formar gobierno con la lista de los ministros, 21 en total.
Es la primera vez en la historia de la República italiana que un primer ministro le presenta al Jefe del Estado, Giorgio Napolitano, la lista de los ministros a la vez que jura el cargo.
Berlusconi no tendrá problemas para ratificar su nombramiento en el Parlamento, ya que cuenta con los apoyos de la Liga Norte, el sureño Movimiento por la Autonomía y su propio partido, el Pueblo de la Libertad.
De los 21 ministros, cuatro son mujeres, como prometió il cavaliere tras ganar los comicios. La presencia de mujeres en el Gabinete ha descendido, no obstante, respecto al anterior de centroizquierda, donde eran seis.
Una lista heterogénea
El nuevo primer ministro ha tenido que contentar a todos sus socios para formar gobierno. De los 21 ministros, 17 pertenecen al Pueblo de la Libertad, de los que 12 son para Forza Italia, el partido de Berlusconi, 4 para Alianza Nacional, 1 para la derechista Democracia Cristiana para las Autonomías. Los cuatro restantes han sido para la Liga Norte.
En el nuevo Gobierno repiten hombres de confianza de Berlusconi, como Franco Frattini, que abandona su puesto de comisario europeo para hacerse cargo de Asuntos Exteriores. Umberto Bossi, el duro y vehemente líder de la Liga Norte, vuelve a ocupar el ministerio sin cartera para las Reformas Federales del estado.
El que fuera también ministro liguista Roberto Calderoli, que se vio obligado a dimitir tras lucir camisetas con las polémicas caricaturas de Mahoma, vuelve como Ministro para la Simplificación Legislativa, que según la Liga Norte servirá para agilizar la maquinaria del Estado.
Para el ministerio de Defensa ha nombrado a un conocido dirigente de la derechista Alianza Nacional, heredera del postfascismo, Ignazio La Russa.
Confianza parlamentaria
Berlusconi se presentará ante el Parlamento para pedir el obligatorio voto de confianza el martes y miércoles próximos y una vez que lo logre, lo que se da por descontado, celebrará su primer Consejo de Ministros.
Este consejo tendrá lugar en Nápoles, tal y como prometió durante la campaña electoral para simbolizar el apoyo del Ejecutivo a la región Campania para acabar con la crisis de las basuras, de las que todavía quedan 30.000 toneladas en las calles.