Las malas expectativas sobre la economía española y el empleo han hecho que la confianza de los consumidores se reduzca a su nivel más bajo desde septiembre de 2004, cuando el Instituto de Crédito Oficial (ICO) comenzó a elaborar el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC).
Así, en abril, el ICC-ICO disminuyó 9,3 puntos respecto al mes anterior, hasta los 63,8 puntos, debido al retroceso del indicador parcial de expectativas, que bajó 10,3 puntos, y del indicador parcial de situación actual, que lo hizo 8,2 puntos.
Según el ICO, esta caída del indicador refleja que la desaceleración en el consumo de los hogares para los próximos trimestres podría ser más rápida y más intensa de lo previsto, en línea con las peores perspectivas de los encuestados sobre sus posibilidades de ahorro y de consumo de bienes duraderos.
Con respecto al mismo mes del año anterior, la confianza cayó 30,6 puntos, ya que en abril de 2007 se situaba en 94,4 puntos.
La confianza en la situación actual de la economía es especialmente baja -51,8, es decir, 8,2 puntos menos que en marzo-, aunque la caída de confianza en las expectativas de futuro es mayor (se sitúa en el 75,9, lo que supone 10,3 puntos menos que en el mes anterior).
La situación económica actual del país es el capítulo que mayor recelo suscita -31,6 puntos, frente a los 45,6 de marzo-, seguida del empleo -48,5, mientras que en marzo era 57,5- y la economía doméstica -75,2, frente a 76,8 de marzo-.
Por su parte, las expectativas que genera la economía española llegan hasta los 64,6 puntos -13,8 menos que en marzo-, las del empleo, 66,7 puntos (-13,6) y las de la situación de la economía doméstica, 96,3 (-3,6).
Por edades, los más confiados son los ciudadanos más jóvenes, de entre 16 y 24 años (76,2 puntos), seguidos de los que tienen entre 25 y 44 (67,3). Les siguen los mayores de 65 años (61,7) y los más pesimistas son quienes están entre los 45 y los 64 años, para quienes la confianza en la situación actual está en los 41,6 puntos (-12,4 con respecto a marzo).