La deseceleración económica ha repercutido en la hucha de los españoles. Así se desprende de los últimos datos difundidos por Instituto Nacional de Estadística (INE). que apuntan que los hogares redujeron su tasa de ahorro en dos décimas hasta situarla en el 10,3 % de su renta disponible.
Esta reducción se debió a que el aumento de la renta disponible bruta, del 5,8 % fue menor que el gasto en consumo final del 6 %, según señala la Estadística sobre Cuentas no financieras trimestrales de los sectores industriales -que incluye hogares, sociedades no financieras, administraciones públicas e instituciones financieras.
El ahorro de los hogares alcanzó los 68.908 millones de euros, lo que unido a los 4.415 millones del saldo de transferencias de capital percibidas no permitió financiar el gasto (102.591 millones de euros) lo que hizo que el sector incrementara su necesidad de financiación hasta los 29.268 millones, el 2,8 por ciento del PIB.
Según el INE, y dentro de los recursos de renta de los hogares, el saldo de rentas primarias creció el 6,7%, resultado del aumento de la remuneración de asalariados (7,1%), del excedente de explotación de la renta mixta (7,7%), y de la reducción del saldo neto de rentas de la propiedad (3,5%).
Rentas públicas y privadas
Del resto de los sectores institucionales, el INE destaca que la renta de las Administraciones Públicas creció a un ritmo del 10,5 % por el aumento del 9,7% de los impuestos netos percibidos y, sobre todo, por los de renta y patrimonio, que aumentaron el 18,3 %. Los impuestos ligados a la producción y las importaciones crecieron el 0,9 %.
El gasto en consumo final de las administraciones aumentó el 8,3 %, lo que facilitó que el ahorro alcanzara los 23.398 millones, cantidad suficientes para financiar la inversión del sector, que en 2007 obtuvo, por tercer año consecutivo, capacidad de financiación que, en el citado año alcanzó los 23.398 millones, el 2,2 por ciento del PIB.
En el caso de las sociedades no financieras, su renta disponible se redujo el 13,3 % a pesar del aumento del 7,4 % del excedente de explotación.
Esta disminución se debió a los saldos negativos de las rentas netas de la propiedad (12.562 millones) y de transferencias (1.015 millones), además del aumento del 24 % en el pago del impuesto de sociedades.