El presidente iraní, el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, ha reconocido que en Irán "hay muchos problemas", en alusión sobre todo a la situación económica, pero que "nadie puede resolver todos los problemas en un sólo día".
Estas declaraciones se han producido cuando el líder iraní ha acudido a votar. El mandatario ha depositado su voto en el colegio electoral de la mezquita de Lorzadeh, en la plaza de "Jorasan", uno de los barrios pobres de Teherán.
Admadineyad ha defendido a su Gobierno de las críticas de sus rivales tradicionalistas y reformistas a la actuación económica del gabinete. "Tenemos muchos problemas, pero nadie puede resolverlos todos en un sólo día (..) si no hay problemas no habrá movimiento en cualquier país", ha dicho el mandatario.
El aumento de la inflación -19 por ciento-, el desempleo y la incesante subida de los precios de los productos básicos y de la vivienda han afectado negativamente a la popularidad de Ahmadineyad que, tras ser elegido en 2005, prometió apoyar a los pobres y repartir de forma justa los ingresos del país por la venta del petróleo.
Sin incidentes
Las votaciones han comenzado a las 8.00 hora local (4.30 GMT) y se desarrollan sin incidentes en las 30 provincias del país, según el ministro de Inteligencia, Gholam Husein, quien ha prometido que las elecciones serán limpias, y ha afirmado que "ningún voto será cambiado".Los conservadores tienen todas las papeletas de volver al poder, después de que los oponentes al Presidente, Mahmoud Ahmadinejad, hayan sido barridos de las carrera electoral.
A pesar de las llamadas institucionales a la población para que acudan masivamente a las urnas, la falta de opciones politicas está provocando que muchos iraníes se queden en sus casas según informa la BBC. Por el momento, se ha registrado poca afluencia a las urnas en Teherán, pero las autoridades pronostican el aumento del número de los participantes en las próximas horas, especialmente después de la plegaria del mediodía del viernes.
De los más de 70 millones de habitantes de Irán, alrededor de 43 millones están llamados a las urnas para elegir a los 290 diputados de la nueva cámara, de entre 4.755 candidatos que pertenecen a las corrientes reformista, tradicionalista y ultraconservadora del país.
Por su parte, el ministro iraní del Interior, Mustafa Burmohamadi, ha afirmado que los resultados de las elecciones generales serán anunciados de forma gradual a partir de mañana sábado, aunque en la capital y las grandes ciudades pueden tardar varios días. "Haremos todo esfuerzo posible para dar a conocer los resultados en Teherán antes de la fiesta del 'Noruz", el Año Nuevo iraní, que comienza el próximo día 21, ha dicho Burmohamadi.
Llamada a las urnas
Por su parte, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ha pedido hoy a los iraníes que participen de forma masiva en las elecciones generales que se celebran en el país. "Para nuestro país y nuestro pueblo, este es un día delicado, importante y decisivo (..) uno tiene posibilidad de determinar, en un sólo día, una gran parte de cómo será su vida en el futuro", ha manifestado Jamenei
Jamenei ha depositado su voto en uno de los colegios electorales del barrio de Jamoran, donde vivía el fundador de la República Islámica, el ayatolá Rohulá Jomeini, fallecido en 1898. Asimismo, ha comparado el día de la votación en Irán con "Lailat Al Qadr" (noche del destino) en la que el profeta Mahoma recibió hace ahora catorce siglos la primera revelación del Corán, y comenzó a sentar las bases del Estado islámico.
"Aconsejo a los iraníes (mayores a 18 años) a participar en la votación, a no retrasar su presencia (en las urnas), y a utilizar todo su derecho y rellenar toda la papeleta", ha añadido el líder supremo iraní.
Según un sondeo, las autoridades esperan la participación de más del 60 por ciento del electorado, contra los 51 por ciento de 2004, cuando los conservadores derrotaron a los reformistas y obtuvieron más del 90 por ciento de los escaños de la cámara.
Fuentes oficiales aseguraron anoche que 175.000 efectivos de la policía y "basij" (paramilitares muy leales al régimen islámico) velaran la seguridad de las elecciones, consideradas decisivas para el futuro de la corriente reformista, y para las presidenciales del año próximo