El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha dicho que ETA ha querido interferir en las elecciones con el asesinato del ex concejal de Mondragón del PSE Isaías Carrasco, que ha calificado como una acción de "extrema crueldad".
En una breve comparecencia en La Moncloa, Zapatero ha expresado su "profundo pesar en estos terribles momentos" con la familia, los amigos, el Partido Socialista de Euskadi y la Unión General de Trabajadores donde militaba el asesinado, "que había dedicado parte de su vida a la defensa de los intereses de sus conciudadanos".
Por eso, según el presidente, "los terroristas han querido interferir hoy en la pacífica manifestación de la voluntad de los ciudadanos convocados a la urnas". "Pero la democracia españolea ya ha manifestado que no admite retos de quienes se enferentan a sus principios", añadió.
El presidente ha hecho un llamamiento a la unidad: "Juntos, el Gobierno y los partidos, las organizaciones sociales y la sociedad civil, defenderemos nuestras instituciones y libertades. Juntos todos acabaremos con esta lacra que golpea a la sociedad española desde hace décadas". También dijo que el Gobierno pondrá "todos los medios" para ello.
"Sabíamos que ETA podía aún causar daños y dolor irreparable a los españoles. Hoy han añadido una víctima más a su larga lista de ignominia (...) Pero también sabemos, y los sabemos con seguiridad, que ETA está ya vencida por la democracia".
Zapatero ha insistido en que ETA "no tiene otro destino que su desaparición y sus miembros no tienen otro futuro que la cárcel".
El presidente hizo estas primeras declaraciones a la prensa tras enterarse del atentado en Málaga, donde participaba en un mitin del PSOE en el último día de la campaña electoral, que ha suspendido. Inmediatamente se trasladó a Madrid y después de su comparecencia ha tomado rumbo a Mondragón para dar el pésame a los familiares de la víctima, informa la periodista de Radio Nacional de España Lucía Yeste.