"Fuck off". Esta expresión tan coloquial, habitual y socorrida, hablando mal y pronto, para los futbolistas ingleses, ha retumbado este fin de semana en los oídos de los aficionados madridistas, que debaten las diferencias con "fuck you" mientras calculan la sanción que le puede caer a Jude Bellingham y analizan qué expresión definiría mejor sus sentimientos si la jornada acaba con el Barça arrebatándoles el liderato.
La Liga parece haberse torcido en el club merengue, que acumula ya tres partidos sin conocer la victoria y con una creciente animadversión con el colectivo arbitral, que aumentó este sábado en Pamplona con, entre otras decisiones, la de mostrar la roja directa a Bellingham por un supuesto insulto a Martínez Munuera: ese "fuck you" según el trencilla y "fuck off" según el futbolista. La delgada y borrosa línea que separa el significado de dos expresiones similares, pero diferentes, podría determinar cuántos partidos se perderá el inglés.
No está claro hasta donde puede llegar el castigo por unas palabras que, incluso siendo el "fuck off" que defiende haber pronunciado Jude parecen inocuas. Pese a la defensa de su entrenador, Carlo Ancelotti, la expresión tiene bastantes matices y cuenta con diversos antecedentes en forma de sanciones deportivas. Si bien el técnico italiano lo considera un "no me jodas", el diccionario de Cambridge lo traduce literalmente en uno de sus ejemplos por, disculpen la expresión, "vete a tomar por culo".
Entre los antecedentes, encontramos rojas directas a Dzeko o Arsene Wenger por un "fuck off" o, recientemente en nuestra Liga, expulsión y dos partidos de sanción al rayista Mumin por idéntica expresión. En el caso de que el Real Madrid demostrara que Martínez Munuera se equivocó y escribió en el acta la expresión equivocada, se podría hasta retirar la tarjeta, como ocurrió la temporada pasada con el getafense Mason Greenwood y su variante "fuck sake" (una suerte malsonante de 'por el amor de Dios').
El Barça, a pescar en río revuelto
Sea como fuere, el Madrid luchará por evitar la sanción mientras trata de reconducir su situación liguera en un momento clave de la temporada. El empate de este sábado en Pamplona ante Osasuna no tuvo, a la postre y de momento, repercusión en la clasificación liguera por la igualada posterior del Atlético de Madrid contra el Celta en el Metropolitano. Resultados que han dejado la puerta abierta para el liderato al Barça.
El equipo azulgrana, que ha recuperado el pulso liguero al tiempo que sus rivales madrileños lo han perdido, jugará este lunes contra el Rayo Vallecano con la posibilidad de asaltar el liderato. Una victoria lo igualaría a puntos con el Real Madrid y apretaría todavía más una lucha por la Liga más que interesante entre los tres grandes equipos españoles.