Allí donde puso la pica Raúl González Blanco, España quiere dejar sellado su pase a octavos de final de la Eurocopa. El espectacular Arena auf Schalke, en su día rendido al exjugador del Schalke 04, se llenará para presenciar uno de los grandes partidos de selecciones del continente, un España-Italia de tintes decisivos.
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Cuando España salte por esa mina convertida en túnel de vestuarios, muchos se acordarán de aquella época en la que Raúl lideraba una selección que acabó huérfana de títulos. Hoy, la España heredera de la mejor generación de futbolistas de su historia, escribe su propia historia al mando de Luis de la Fuente, que no duda en defender que la suya es la selección que más le ha "gustado" hasta ahora en Alemania 2024.
El brillante triunfo sobre Croacia en el debut, y el empate de los de Modric contra Albania permiten a la selección afrontar su segundo partido en esta Euro con la posibilidad de asegurarse el primer puesto del grupo de la muerte. Un triunfo les valdría, pasase lo que pasase en la tercera y última jornada.
Nadie se fía del rival, Italia, la vigente campeona del torneo. Una Italia renovada y muy diferente a las Italias de antaño. Más joven y ofensiva, la selección transalpina dista mucho de aquellos equipos que amargaron a España en el pasado.
Los España-Italia van para clásico del fútbol europeo, con partidos tan recordados como el del codazo de Tassotti a Luis Enrique en el Mundial de Estados Unidos '94, los cuartos de la Eurocopa 2008 en la que España dio un volantazo a su historia y se clasificó en los penaltis, o el 4-0 de la Roja en la final de Kiev en 2012.
Los precedentes más recientes son la última Eurocopa, en la que Italia nos dejó clavados en semifinales y el choque de la Nations League que ganó España 2-1. Referentes que parecen más lejanos de lo que realmente son para una 'azzurra' que, ausente en el Mundial de Catar, no disputa un gran torneo desde entonces. Solo han pasado tres años, pero el número de jugadores que permanecen en el equipo se ha reducido a nueve.
El respeto es mutuo y, mientras en Italia ceden el favoritismo a España, en la Selva Negra no se cansan de repetir que Italia siempre será Italia, y que tendrán que tomarse el partido como si de una eliminatoria se tratase.
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España, enchufada y sin bajas
Para la cita, España llega con la enfermería vacía, una vez recuperado Aymeric Laporte tras su ausencia en el debut. Sin embargo, todo apunta que el centro de la defensa estará formado de nuevo por Nacho y Le Normand, y Laporte podría volver ya en el tercer partido contra Albania.
Cuando las cosas funcionan, cambiar se convierte en todo un reto, por lo que no se espera una revolución en el once de España. En los laterales, Carvajal es fijo en la derecha y en la izquierda Cucurella firmó un buen debut, aunque no se descarta que Grimaldo le releve. El centro del campo, donde se librará la batalla por el control del partido, repetirán Rodri y Fabián, el mejor contra Croacia, y Dani Olmo, ya rodado, podría ocupar el lugar de Pedri.
Arriba, los extremos son propiedad de Nico Williams y Lamine Yamal, así como el puesto de punta para el indiscutible capitán del equipo, Álvaro Morata.