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Final Champions | Manchester City - Inter de Milan

El cerrojo del Inter, su mejor arma para ganar la cuarta Champions

DAVID COLLAZOS
Tiempo de lectura 3 min.

Ocho porterías a cero en los doce partidos que ha jugado en Champions es el aval que presenta el Inter de Milán para frenar a un Manchester City lanzado en la final. El bloque Bastoni-De Vrij-Skriniar, que evolucionó al Darmian-Acerbi-Bastoni es la mejor baza para pelear por su cuarta 'Orejona'.

Los italianos buscan su motivación en su sólida defensa, donde también hay que mencionar a André Onana. Evitar el gol 'citizen' tendría premio extra: igualarían el récord de porterías imbatidas en la fase eliminatoria en una sola edición (6). Una marca que sólo ha conseguido por el momento el Arsenal de la temporada 2005/2006.

Uno de los estandartes en esa defensa es Onana: el portero que más goles ha evitado esta temporada en la Champions: 7.8 goles recibidos, basándose en la calidad de los tiros a puerta recibidos (7 grandes oportunidades atajadas, 10 goles encajados, 44 paradas totales realizadas).

Esa marca es de récord para el arquero camerunés, que podría igualar el mejor registro de porterías imbatidas de Édouard Mendy en la 2020-2021, con 9 goles encajados.

Bastoni, 'a lo Rudiger'

En el punto de mira: frenar a Haaland. El noruego lleva 12 goles en esta Champions. Los mismos que partidos ha disputado. La gesta de impedir que el delantero no marque sólo lo ha conseguido un equipo en esta edición: el Real Madrid.

Para ello, el central nerazzurri, Alessandro Bastoni, ha confesado que ha visto el partido entre los blancos y los 'citizens' en semifinales para estudiar el marcaje personal que le realizó Antonio Rudiger al noruego. "He visto vídeos de Rudiger y trataremos seguir su ejemplo. Pero esto no es un Haaland-Inter es un City-Inter. Trataremos de frenarlos" dijo el central en la rueda de prensa del lunes.

Bastoni no puede obsesionarse con los individualismos de Haaland porque el City tiene otros dos peligros, que vienen por los extremos. Grealish y Bernardo Silva desarbolaron la defensa madridista centrada en el marcaje al noruego, que terminó actuando como un señuelo.