Ana Carrasco ha "hecho su hueco" como ella dice en un mundo muy masculinizado: el motor. La campeona del mundo de la categoría de Supersport 300 en 2018 habla sobre las dificultades que, como ella, encuentran otras pilotos de su ámbito.
Más visibilidad a base de triunfos
La piloto reconoce que la visibilidad de la mujer en el mundo del motociclismo es muy reducida y hasta que no ganó su primera carrera (2017) no lograba encontrar patrocinadores y una moto realmente competitiva.
“Mi primera victoria supuso un antes y un después“
"Es difícil encontrar gente que crea que eres competitiva y puedes ganar carreras. Mi primera victoria supuso un antes y un después en mi vida. Hasta entonces siempre iba sufriendo por encontrar patrocinadores, una moto competititva o un equipo bueno" recuerda la piloto.
La piloto rompió moldes en 2018 coronándose como la primera mujer en ganar un campeonato mundial de motociclismo, en la categoría WorldSSP300. Un logro que la asentó en el mundo de las motos.
"He tenido la suerte de encontrar mi hueco en el mundo del motociclismo desde hace muchos años. Sí soy consciente de que todo lo que voy consiguiendo va rompiendo la barrera para que el camino de las demás sera un poco más fácil" reconoce.
La Copa del Mundo femenina, el nuevo reto.
Carrasco indica que en el campeonato del mundo de motociclismo "no hay tanta evolución en e número de pilotos" aunque sí dentro de los equipos: "Cada vez hay más mujeres trabajando en varios ámbitos como en la clínica del circuito, en la organización tanto en MotoGP como en WorldSBK. Sí ha aumentado el número de mujeres desde que entré".
Este 2024, la Federación Internacional de Motociclismo estrenará la Copa del Mundo femenina de motociclismo. Una competición que acerca a las mujeres al techo del mundo de la velocidad. Para Carrasco, "una buena iniciativa que aún está un poco verde" pero que "da una oportunidad para que las mujeres tengan otro camino, otra oportunidad de formarse u otro trampolín para alcanzar el Campeonato del Mundo" sentencia.