El capitán del FC Barcelona, está a punto de batir un récord frente al Real Madrid este jueves en el Bernabéu. El de Badià, en caso de ser alineado, jugaría su Clásico número 46, el que más en la historia de estos duelos.
Y el número puede aumentar, ya que estas semifinales de Copa del Rey son a doble vuelta, por lo que le quedaría un partido más y se junta en este mes con el Clásico de Liga, también en el Camp Nou.
Busquets supera con esta cifra otra redonda, 45, que dejaron sendos futbolistas de cada equipo: un tal Leo Messi en el Barça y un tal Sergio Ramos en el Madrid. Ahora ambos son compañeros en el PSG.
También está empatado con otra leyenda en número de victorias, en este caso merengue: con 21 iguala de momento a Francisco Gento (42 partidos) y, como hemos visto, tiene aún margen para ampliar ese número.
Sin embargo, en el otro lado de la balanza está el hecho de que pueda ser su última temporada con la elástica azulgrana. Busquets tiene contrato hasta junio de este año, ya es un agente libre de hecho.
Despedida de la selección y futuro incierto
El que fuera también capitán de la selección, de la que se despidió en diciembre tras el Mundial de Qatar, tiene el visto bueno de su actual entrenador, Xavi Hernández, para continuar al menos un año más.
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Pero ya en una de las concentraciones de la Roja, en septiembre, dejó caer un 'recado' a la directiva del Barça sobre los rumores que rodeaban una tensa negociación: "Está claro que no tengo 20 años, pero al final a priori es el último año del contrato que hice, entiendo que haya rumores pero otra cosa es que son falsos y se hagan oficiales cosas que no son", dijo entonces.
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Busquets estaba y está en una posición parecida a la de otras 'vacas sagradas' del vestuario. Piqué se acabó retirando antes de terminar el año, Jordi Alba también exigió que se dijeran las cosas "a la cara" desde otra rueda de prensa con la selección española.
A pesar del interés del técnico, el club pide una importante rebaja salarial. Su edad y los límites que pone LaLiga en ese concepto convierten la continuidad de esos pesos pesados en un asunto menos prioritario y hacen peligrar el futuro de futbolistas como Busquets en el Barça.