Tom Brady se retira de la NFL con honores y pudiendo decir que ha sido el mejor jugador de la NFL desde su llegada en 2001 hasta su marcha en enero de 2022. Con 44 años, su vigesimosegunda temporada en la liga ha sido de un nivel de absoluto MVP, algo que puede volver a lograr por cuarta vez en apenas unos días aunque ya esté retirado. En 22 años de carrera ha logrado 7 anillos, superando a las franquicias que más Superbowls han ganado en los 55 años que se ha disputado (Pittsburgh Steelers y New England Patriots tienen 6)
El inicio de una dinastía junto a Bielichik
El mejor jugador de la historia tenía que hacer su camino distinto. Cualquiera que no lo conozca se esperaría la típica historia del joven precoz, número 1 del Draft, que fue titular desde sus inicios de la NFL. Mucho más lejos de la realidad, fue suplente durante dos años en la universidad y elegido en la posición 199 del Draft del 2000 por los New England Patriots, donde pasó un año a la sombra de Drew Bledsoe. Físicamente nunca ha sido un portento como mucho de los quaterbacks de la actualidad, pero vean su máximo sprint en el momento de ser elegido en el Draft.
Solo una lesión del quaterback afroamericano hizo que Brady saltase al campo. Era octubre de 2001 y nadie imaginaba que esa lesión de Bledsoe significaría la aparición del 'GOAT' (Mejor de todos los tiempos). Empezó a ganar partidos, llegó a playoffs y demostró tener un aura que nadie más tenía. En su primer Superbowl, con solo 1:30 en el reloj, atravesó todo el campo de los Rams para ganar el partido en la prórroga. Con 24 años empezaba un legado que no ha dejado de agrandar a base de récords y momentos irrepetibles que difícilmente se volverán a ver.
Lo que hace eterno a Brady no es su grandeza, sino su capacidad para serlo durante más de dos décadas. Ganó tres anillos en cuatro años (2002, 2004, 2005), siendo posiblemente el momento en el que más dominante fue su presencia la NFL.
2007: Inmejorable temporada sin final feliz
Récord de Touchdowns en un año, 16 victorias y 0 derrotas en temporada regular por primera vez en la historia, un ataque inmejorable... hasta que conoció a su kryptonita. Brady solo encontró una horma en su zapato y su nombre era New York Giants. Eli Manning, el 'hermano malo' de los Manning como muchos aficionados le llaman, iba a ser el artífice de una de las mayores sorpresas en la historia de las Superbowl primero con uno de los pases más increíbles de la historia para luego hacer un Touchdown con menos de un minuto por jugar.
Volver de una grave lesión para seguir siendo el Rey
En 2008 sufrió una grave lesión en la rodilla que le provocó estar más de un año de baja y poner en riesgo el reinado de los New England Patriots como la mejor franquicia del siglo XXI. 2009 no fue un año fácil, pero en 2010 consiguió su segundo MVP. Y 2011 sería el año en que la franquicia comandada por Bielichik, el entrenador que le hizo aún más grande si cabe, y Brady dirigían, volviese a competir por el título. Pero adivinen, los Giants y Eli Manning volvían a aparecer.
Los Giants de Nueva York se han proclamado campeones de la Super Bowl por cuarta vez. La final del fútbol americano, en su 46ª edición, corona al equipo de Eli Manning tras su victoria frente a los Patriots de Nueva Inglaterra, liderados por Tom Brad
Manning le volvió a ganar contra todo pronóstico para empequeñecer un poco su leyenda de invencible en los momentos decisivos. Pero esto fue gasolina para el fuego que Brady estaba preparando en años venideros.
Brady y las polémicas
El cuarto Superbowl iba a llegar con la desaprobación del público tras demostrar que Brady no siguió las reglas. La abultada victoria de los Patriots por 45-7 ante los Colts en la final de la AFC tiene un asterisco. Meses después de esa victoria y la consiguiente Superbowl, se llevó a juicio el desinflamiento de forma premeditada de los ovoides que usaban los Patriots para atacar con el objetivo de que fuesen más sencillo lanzar y recibir pases. La cuarta Superbowl la consiguió tras una gran remontada ante los Seahawks de Seattle, pero siempre quedará esa pequeña mancha.
Ese hecho, pese a no haber sido demostrado con certeza nunca, le costó perderse los cuatro primeros partidos de 2016, aunque el nivel de los Patriots era tan excelso que consiguió su quinta Superbowl con el partido más épico jamás vivido en la historia de la NFL. Icónico es el marcador de 28-3 a favor de Atlanta a falta de 2 minutos para el final del tercer cuarto, pero Brady tenía decidido que esa Superbowl era suya y consiguió 31 puntos consecutivos para conseguir su cuarto MVP de una final.
La épica se le puso en contra el año siguiente. La historia del patito feo se hizo real con Nick Foles. Repudiado por varios equipos, comenzó de suplente la temporada 2017/2018 en los Philadelphia Eagles. La lesión de Wentz, titular hasta ese momento, le dio una oportunidad que no desaprovechó. Hizo una Superbowl excelsa para que sus Eagles lograr por primera vez alzarse campeones.
Final en los Patriots con ¿cambio de ciclo?
Esa derrota no le negó a Brady otra aparición en la Superbowl LIII. Enfrente estaban unos Rams que tenía una defensa temible y una máquina en ataque, pero la experiencia fue un grado. En una de las peores finales ofensivas de los últimos tiempos los Patriots ganaron una Superbowl (13-3) en la que ni siquiera Brady fue el MVP, el mérito fue para su compañero de fatigas Julian Edelman.
El último año estaba escrito en interrogantes. Parecía que la relación con Bielichik tocaba a su fin y cualquier escenario era posible, la retirada, un cambio de equipo, la marcha del entrenador... entre tanto, un nuevo villano aparecía en la ciudad. Mahomes se eregía como el nuevo favorito de la NFL con una temporada para el recuerdo y con la etiqueta detrás del 'Nuevo Brady'. La derrota en la Wild Card de Brady y la primera Superbowl de Mahomes con Kansas City le dio más fuerzas para demostrar que quería ser el más grande, pero en un proyecto diferente.
Los Chiefs acaban con medio siglo de sequía ganando la Super Bowl con un espectacular Mahomes
Los Buccaners, dos años para retirarse como leyenda
Pese a que parecía que el escudo de los Patriots ya estaba tatuado con tinta imborrable en el pecho de Tom Brady, el ya cuarentón decidió que sus últimos días como jugador de fútbol americano serían en Florida. Los Tampa Bay Buccaneers se hacían con el mejor de todos los tiempos en busca de su segunda Superbowl y rodearon a Brady con los mejores soldados posibles.
El camino, digno de Brady, preciso cuál reloj suizo, llegando en la mejor forma posible para el momento de la postemporada. Uno de los equipos más completo en los que ha estado solo tenía enfrente a Mahomes y sus Kansas en su camino a su séptima Superbowl. Mahomes se apagó en el peor momento y Brady se mostró superior, venciendo sobradamente por 31-9.
En la que nadie sabía que sería su última temporada, Brady ha jugado a un nivel tan excelso que nadie se planteaba su marcha, ya que posiblemente sea el MVP de la temporada 21/22. Aun así, Brady lo dejó como solo él podía dejarlo, remontando un 27-4 que recordó a aquella de Atlanta años antes.
Esta vez solo una patada con el tiempo cumplido le impidió avanzar de ronda, siendo aquellos sus últimos segundos sobre un campo de fútbol. La noticia de su retirada era tan grande que hasta los periodistas le quisieron retirar antes de tiempo, pero finalmente, Brady deja el campo sin tener que demostrar más, ahora solo queda que alguien iguale su inmenso legado.