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Día internacional de lucha contra el cáncer de mama

Arqueras contra el cáncer de mama

  • Un proyecto pionero anima a mujeres con cáncer de mama a tirar con arco para superar las secuelas de su intervención

  • Arrancó en Madrid en 2016 y las pacientes dicen que es "una experiencia fantástica a nivel físico y mental"

M.J. CALEYA
7 min.

Luchadoras, supervivientes, pioneras y también arqueras. Son Maribel, Charo y Susana tres mujeres que han padecido un cáncer de mama y que encontraron en el tiro con arco una terapia única y excepcional para hacer frente a las secuelas más habituales de este tipo de cáncer como el linfedema.

El linfedema es una dolencia que suele aparecer tras la extirpación de la mama y los ganglios linfáticos de las axilas y supone la obstrucción del sistema linfático por falta de un correcto drenaje. Así, el linfedema se manifiesta como una hinchazón en el brazo y nada mejor que moverlo y ejercitarlo para que esa secuela vaya desapareciendo. Así es como surgió la idea de que las pacientes con cáncer de mama empezaran a practicar tiro con arco.

"Fue un médico que había en el Hospital Infanta Leonor al que se le ocurrió la idea, el doctor Domingo Hipola. Él era arquero y pensó que este deporte podía irles bien a las mujeres operadas de cáncer de pecho", nos cuenta Pilar Sánchez, entrenadora de tiro con arco y encargada de llevar a cabo este proyecto pionero.

Con el arco van moviendo el brazo y recuperando la movilidad casi sin ser conscientes

"Este doctor tuvo la idea. Lo pasó a la Federación Española y la Federación me llamó a mí y ahí estamos desde 2016", agrega Pilar, que dos veces en semana da clases de tiro con arco a mujeres operadas de cáncer de mama en el polideportivo de Moratalaz (Madrid).

Comenzaron con un grupo de seis mujeres y, aunque la pandemia les obligó a parar, ahora han vuelto a retomar esos cursos con los que han ayudado ya a unas 50 pacientes con este tipo de cáncer.

Tras el curso inicial para pacientes con cáncer de mama, Susana Regaliza se compró su arco y continúa tirando con sus compañeras.

"Este deporte les viene genial a las mujeres operadas de cáncer de mama porque lo primero que les dicen es que no muevan el brazo, que no cojan nada de peso y ellas lo siguen a rajatabla", cuenta Pilar. Pero poco a poco tienen que ir recuperando esa movilidad y evitar así el linfedema y con esta práctica lo hacen casi sin darse cuenta.

"Con el arco van moviendo el brazo, van cogiendo cada vez un poquito más de peso, van haciendo los ejercicios que les digo y recuperando esa movilidad casi sin ser conscientes. Además, a mí me da lo mismo que sean diestras o zurdas, yo las obligo a tirar con el brazo del que han sido operadas. Así, y poquito a poco, terminan levantando y moviendo ese brazo a niveles normales", añade con orgullo esta entrenadora, consciente del beneficio que han tenido sus alumnas con el tiro con arco.

"Gracias al tiro con arco puedo mover el brazo perfectamente"

Esa mejoría la refrendan sus alumnas que han visto como con esta práctica no han tenido problemas de movilidad tras la mastectomía.

"Me ha venido genial. Yo no tenía problema de inflamación sino de movilidad porque al operarme y quitarme los ganglios me afectó a los nervios. Y entonces empecé con el tiro con arco y gracias a eso puedo mover el brazo perfectamente", cuenta a RTVE.es Susana Regaliza.

Esa misma experiencia relata Charo Rebollo, otra paciente que ha encontrado en el tiro con arco una terapia "magnífica" para superar las molestias que notó cuando le empezó a doler el hombro.

Cuando terminó el curso decidí continuar. Renovamos nuestras licencias y seguimos tirando con arco

"Fui a la doctora de rehabilitación y me habló sobre el arco. Y desde entonces ya llevo casi seis años y estoy encantada porque no he sentido más molestas y el brazo no me ha dado ningún problema", comenta.

Tan satisfechas están estas pacientes con la práctica de tiro con arco que muchas de ellas continúan después del primer año, que es el que está subvencionado.

"Yo hice el curso hace tres años y noté mucha mejoría. Tuve linfedema y gracias al tiro con arco recuperé movilidad, tenía el brazo menos hinchado, menos cargado… y por eso cuando terminó el curso decidí continuar. Somos varias las que cada año nos mantenemos y renovamos nuestras licencias y seguimos tirando con nuestro arco", relata Maribel Rivero, otra de las arqueras del Club de Tiro con Arco Moratalaz.

"Es también una terapia a nivel psicológico"

Pero más allá de los beneficios físicos Maribel también destaca la utilidad de este proyecto pionero a nivel mental.

Nadie te entiende mejor que las personas que lo hemos pasado

"Es un rato en el que te evades. Estás con gente que ha pasado lo mismo que tú y es una terapia emocional. Es una gran ayuda", asegura.

"Nadie te entiende mejor que las personas que lo hemos pasado. Entre nosotras se crea una unión especial, una fuerza, una relación única", coincide Charo Rebollo.

Maribel Riveiro durante sus clases de tiro con arco.

Lo mismo resalta Susana Regaliza que cuenta que, al final, estas clases de tiro con arco se convierten en una "especie de terapia a nivel psicológico".

"Después de la operación a mí no me dijeron nada más y fue yendo a tirar con arco como me enteré de cosas que no podía realizar. Por ejemplo, yo no sabía que era conveniente evitar tomar la tensión en el brazo afectado y me enteré por ellas, por el tiro con arco. Además, cuando alguna compañera empieza con una medicación nueva, pues las demás le vamos diciendo qué efectos puede tener porque ya hemos pasado por eso", relata Susana.

Y esa conexión que se crea es visible y patente también para Pilar Sánchez, la entrenadora.

"Es una terapia estupenda en todos los sentidos para ellas. Les sirve como terapia de grupo, mental, psíquico y físico. Y como todas han pasado por el mismo proceso, pues a las que están un poco más deprimidas las ayudan y les dicen ‘no te preocupes’. Las animan y les van adelantando los pasos que vendrán. La experiencia es verdaderamente fascinante", destaca.

Les sirve como terapia de grupo, mental, psíquico y físico

Pilar está encantada con este proyecto y según le cuentan sus alumnas "a nadie le ha venido mal". Además, Susana, Charo y Maribel animan a cualquier mujer que padezca cáncer de mama a probar a tirar con arco.

En principio, las participantes en este proyecto pionero son seleccionadas en el Hospital Infanta Leonor y tienen que cumplir algunos requisitos como haber terminado el tratamiento del cáncer de mama al menos seis meses antes de comenzar a tirar con arco.

"Hay que buscar la salida"

Sin embargo, Pilar está tan encantada con esta experiencia y esta forma de ayudar a las pacientes de cáncer de pecho que está abierta a escucharlas y resolver sus dudas.

"Que me llamen a mí. Que llamen al polideportivo y pregunten por la entrenadora de tiro con arco porque yo las escucho y las atiendo encantada. La única condición es que hayan pasado por un cáncer de mama", afirma.

Hay que tener confianza y si estas terapias nos pueden venir bien hay que probarlas

Rosario, por su parte, también anima a las mujeres con cáncer de mama a "salir de su mundo". "No nos podemos encerrar. Tenemos que buscar la salida y aunque nunca hayan oído hablar del tiro con arco, yo lo recomiendo. Es una práctica deportiva ideal, además de lo bueno que es juntarte con personas que ya han pasado por esa experiencia", añade.

Por último, Maribel Riveiro, destaca que hay que afrontar esta enfermedad con esperanza porque "la mayoría de las mujeres salimos adelante".

"Se pasa mal, tenemos nuestras recaídas, pero hay que levantarse con una sonrisa y diciendo ‘yo puedo’. Hay que tener confianza y si estas terapias nos pueden venir bien hay que probarlas", asegura.

"Animo a todas las mujeres a que no se queden en casa, que no se encierren y se queden solo con su familia y amigos. Tenemos que socializar también con gente que está pasando por esto y, después de probarlo, puedo decir que es una terapia buenísima", concluye.

Y así, contando su experiencia, estas "arqueras del siglo XXI" ponen su granito de arena en este Día internacional de la lucha contra el cáncer de mama. Un día pensado para concienciar y promover los controles para una detección precoz de este cáncer que es el que más afecta a las mujeres. Pero también un día para hacer ver que hay "vida y esperanza más allá del trágico día en el que te dan ese diagnóstico".

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