“¡Busca alguien en tu vida que te bese como besa Taaramae al maillot rojo de la Vuelta!”, se escuchaba en el palomar de las radios el pasado lunes cuando el corredor estonio subía al podio del Picón Blanco para vestirse de líder.
Sus palabras nada más abandonar lo más alto fueron sinceras ante los micrófonos de TVE: “Llevaba mucho tiempo persiguiendo un liderato, voy a tratar de mantenerlo el mayor número de días”.
La Vuelta 2021 | Rein Taaramäe: "Llevaba mucho tiempo buscando el liderato en una carrera grande"
Al día siguiente, con su equipo estrenándose por primera vez en la cabeza del pelotón, fruto del estrés como reconocería su director, Taaramae se fue al suelo al entrar en Molina de Aragón, ubicación de la meta de la cuarta etapa. Al producirse la caída dentro del tramo protegido por la organización, mantuvo su liderato.
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Sí cambió el discurso al comprobar la dificultad que conlleva llevar el rojo del patrón: “Vamos a luchar por el rojo, pero sin volvernos locos”.
Esta historia con tintes de telenovela ha tenido un desenlace cruel. El corredor estonio se ha visto envuelto en una montonera a falta de poco más de 11 kilómetros. Adiós al primer puesto.
El líder Taaramäe vuelve a verse envuelto en una montonera - ver ahora
Fue dura la imagen del corredor estonio apretando los dientes para dejarse lo mínimo al finalizar la etapa. Finalmente fueron 2’21’’.
La recompensa rebotada le llega ahora al francés Kenny Elisonde. La prenda roja siempre tiene pretendientes, nunca se quedará sola a la hora del baile.
El amor en la Vuelta está siempre acompañado del desamor, hasta que la Plaza del Obradoiro selle el compromiso definitivo.