Tal día como hoy hace 232 años, los revolucionarios parisinos tomaron la Bastilla durante la Revolución francesa. Este miércoles, en el día nacional de Francia, la revolución fue eslovena, con Tadej Pogacar (UAE) tomando el Col du Portet en la primera etapa de los Pirineos para demostrar, una vez más, su superioridad moral y física en este Tour de Francia. Vingegaard y Carapaz acompañaron al esloveno en una batalla sin tregua que terminó con el Jumbo-Visma segundo y el INEOS, tercero.
El liderato de Pogacar sigue siendo incuestionable a 5'39 de Vingegaard , 5'43 de Carapaz y a sólo cuatro días del final en París.
Sonaron los tambores de guerra. Los Pirineos iban apareciendo en el horizonte con 60 kilómetros de subidas y bajadas en un tríptico montañoso infernal: Primer rival, el Peyresourde (7% de pendiente media). Van Poppel (Intermarché) aceleró el ritmo de los seis escapados al pie de la montaña con el 'sprint' intermedio a más de ocho minutos del pelotón.
#ElTourEnUnMinuto - Etapa 17
Los franceses del pelotón animan la fiesta
Los especialistas de la montaña crearon un grupo perseguidor entre los que se retaban Nairo Quintana (Arkéa) y Wout Poel (Bahráin), maillot de lunares, por el jersey especial. Pierre Latour (Total Energies) se despegó de ellos a por la cabeza de carrera con un ataque algo imprudente, pues el pelotón avisó reduciendo la ventaja a cuatro minutos. Los favoritos se estaban reservando para el final de la jornada. Volarían los cuchillos.
Con ínfimos movimientos tras el paso por el Pyresourde, llegó el Val Louron-Azet, donde las pendientes se hacían más verticales (8,3%). A Latour y los perseguidores se les atragantó el descenso y fueron absorbidos por un pelotón que rodaba como una locomotora. Pogacar y el UAE llevaban la batuta del grupo.
En cabeza de carrera Anthony Pérez (Cofidis) saltó del trío buscando una victoria para celebrar el día nacional de Francia y honrar la toma de la Bastilla. Dorian Godon (AG2R) alcanzó a su compatriota en el descenso.
La toma de Col du Portet
16 kilómetros y rampas de más de 10% de inclinación fue la carta de presentación del Col du Portet: El ascenso final de la etapa reina -con permiso de la de este jueves con final en Luz Ardiden-. Juntos, dos franceses iniciaron la toma del Col du Portet como si de la Bastilla se tratara, igual que en 1789.
La revolución en el puerto terminó con Nairo Quintana, Geraint Thomas (INEOS), Julian Alaphilippe (Deceuninck), Wout Van Aert (Jumbo), Enric Mas (Movistar) y Alejandro Valverde (Movistar) sucumbiendo ante el ritmo de los UAE en la cabeza del pelotón. En el dúo de franceses se acabaron las contemplaciones.
Las fuerzas de Anthony Pérez fueron mermando hasta que el pelotón alcanzó al francés y prendió la mecha que hizo explotar al maillot amarillo. Pogacar, henchido de honor y fuerzas, fue lanzando ataques para desgastar a sus rivales. Rigoberto Urán (segundo en la general) dijo basta en el segundo cambio de ritmo; Vingegaard (3º en la general) y Richard Carapaz asumieron el ritmo del esloveno para los últimos 7 kilómetros de la jornada.
Pogacar revoluciona el Tour
La niebla se cernía sobre los tres corredores en cabeza mientras afrontaban las infernales últimas rampas del Col du Portet. La cara de Pogacar demostraba frescura frente al esfuerzo de Vingegaard y el sufrimiento de Carapaz cuando el trío afrontó el paso por la pancarta del último kilómetro de meta. Era todo o nada.
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Pogacar demostró que no le pesaba el maillot amarillo con una victoria y una exhibición de poder que le acercaba más a su segundo Tour de Francia consecutivo. Vingegaard que sufrió en Portet fue segundo y Carapaz, que con un ataque no dejó atrás al esloveno, tercero.
La revolución había comenzado y este jueves vendrá la segunda parte y posiblemente la conclusión, con la llegada del legendario Tourmalet y el ascenso final en Luz Ardiden.
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