De catedral a catedral. Es el lema de una Vuelta a España que este 25 de mayo, ha desvelado sus principales cartas a jugar en la provincia de Burgos, desde donde partirá la carrera por primera vez en sus casi 90 años de historia.
No es casualidad que lo haga en este 2021, cuando la catedral gótica, símbolo inequívoco de la ciudad y declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, celebra su octavo centenario.
Con motivo de este hito histórico, la Fundación VIII centenario de la Catedral. Burgos 2021, en un acto coordinado con la Vuelta a España y Unipublic ha desgranado al detalle lo que supondrá acoger la gran salida de la ronda española en una fecha tan señalada como la actual.
En el acto estuvieron presentes el vicepresidente de la Fundación, Antonio Méndez, el consejero de Presidencia de la Junta de Castilla y León, Ángel Ibáñez, el alcalde de Burgos, Daniel De la Rosa, el presidente de la Diputación de Burgos, César Rico y el director de La Vuelta, Javier Guillén.
De catedral a monasterio
La gran salida, como decimos, se dará en la Catedral de Burgos. Más concretamente, desde el interior de la misma, lugar del que partirá y a donde llegará la primera de las etapas, que comenzará con una contrarreloj individual que se disputará en un circuito urbano donde los ciclistas tendrán que demostrar su habilidad técnica y sus dotes cuando la carretera se empina, ya que los apenas ocho kilómetros de recorrido no han sido un impedimento para incluir una cota de tercera categoría como el Alto del Castillo.
La segunda de las jornadas partirá desde Caleruega para recorrer el innumerable mar de viñedos que baña la Ribera del Duero. Tras cruzar el desfiladero de la Yecla, el pelotón pondrá dirección nuevamente hacia Burgos. En esta ocasión, para llegar a uno de los lugares que durante las décadas de los 80 y 90 se convirtió en uno de los finales de etapa predilectos para la gran vuelta española. De ello da buena cuenta Ángel Ibáñez, consejero de Presidencia de la Junta de Castilla y León, nacido en Gamonal y que recuerda con gran entusiasmo el paso de La Vuelta por el barrio.
"Burgos, Castilla y León y Gamonal estamos de enhorabuena. Recuerdo con especial ilusión aquellas llegadas durante los años 80 y 90, de donde creció en mí una gran afición por el ciclismo", añade Ibáñez.
Con una jornada prácticamente plana de principio a fin, y con 166,7 kilómetros en las piernas, los velocistas tendrán oportunidad de llevarse la primera victoria de etapa en la gran recta de la Calle Vitoria del barrio burgalés, con la Iglesia de Santa María la Real y Antigua como testigo privilegiado. La última vez que Gamonal acogió un final de etapa fue en 2013, cuando Bauke Mollema se llevó el gato al agua.
Poco durarán las oportunidades para los sprinters, que al día siguiente se enfrentarán al primer final en alto de esta Vuelta a España. Tras la contrarreloj y la previsible ‘volata’, las montañas del norte de Burgos pondrán la primera piedra en el camino para los hombres de la general, quienes tendrán que jugar sus cartas en la inédita subida final a Picón Blanco.
En esta ocasión, la jornada no tendrá a la capital de provincia como protagonista, sino que partirá del monasterio de Santo Domingo de Silos para recorrer buena parte de la orografía provincial en busca de las rampas del coloso burgalés, que previsiblemente marcará el rumbo de la carrera para los grandes favoritos a la victoria final.
En total, la provincia de Burgos acogerá íntegramente las tres primeras jornadas de la carrera, sumando casi 400 kilómetros de recorrido y dándole un protagonismo a la provincia del que no había gozado en ninguna de las 75 ediciones anteriores.
"No me haría más ilusión como alcalde que ver ganar a un burgalés en la segunda etapa, porque la crono son palabras mayores", remarcó el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa.
El regreso del público a las cunetas, en el aire
Una de las cuestiones que sigue en el aire es si La Vuelta 2021 supondrá el regreso del público a las cunetas tras una edición tan particular como la de 2020, que además de verse desplazada de sus fechas habituales en el calendario ciclista, tuvo que desprenderse del cariño y ardor de sus aficionados.
Javier Guillén, director de la prueba, remarcó la intención de que la edición actual sea la del regreso a la normalidad en la medida de lo posible.
“Es un poco pronto porque la evolución de la pandemia no la marcamos los que estamos aquí, pero la vacunación está ayudando a encontrar normalidad", apuntó el director de La Vuelta.
Una de las soluciones a las posibles aglomeraciones en los finales en alto la encontramos hace apenas unos días en el Giro de Italia, donde el público que quiso estar presente en el final de la etapa 14, con llegada al Monte Zoncolan, tuvo que pagar una entrada.
Al respecto de esta posibilidad, Guillén enfatizó en la idea de que tomarán las decisiones atendiendo a la situación epidemiológica del momento y que pondrán en marcha el protocolo que se les indique.