La tenista española Paula Badosa se ha clasificado para los octavos de final del Mutua Madrid Open tras una espectacular remontada ante la jugadora suiza Jil Teichmann por 5-7, 6-1 y 6-2 tras dos horas de partido, superar su techo en el torneo y citarse en la siguiente ronda ante la lituana Anastasia Sevastova.
La tenista española ha remontado un partido de ida y vuelta con un primer set igualado en el que perdió la confianza con su saque para dominar de principio a fin los dos siguientes con amplia solvencia.
Las apenas veinte posiciones en la clasificación WTA separan a la suiza afincada en Barcelona (40) y a la nacida en Nueva York (62) prometían un duelo igualado como así fue en los primeros compases en los que ambas jugadoras se mostraron firmes al servicio y sin oportunidades de rotura hasta bien entrada la primera manga; fue tras dos errores de la suiza desde el fondo de la pista cuando la española logró la primera rotura de servicio en el séptimo juego para perderlo en el octavo (4-4).
La igualdad en el marcador se mantuvo en el tramo final del primer parcial con cuatro roturas consecutivas hasta que Teichmann aprovechó el segundo punto de set al resto para anotarse el primer set por 7-5 tras 50 minutos de partido.
Recuperar la confianza en el servicio, clave para Badosa
Las opciones de la española pasaban por recuperar las sensaciones con su saque tras ceder el primer juego del segundo set y romper el de la helvética hasta en tres ocasiones para lograr una ventaja de 4-1 una vez superado el bache al servicio: logró así quitarse presión para tomar el camino de la remontada con un ejercicio de fuerza mental y agresividad al resto que le impulsó hacia 6-1 con el que cerró la segunda manga.
Que había ganado confianza Badosa quedó patente tras salvar una bola de set en el arranque de la tercera manga y poner tierra de por medio con una derecha ajustada para lograr el break de nuevo y distanciarse en el marcador camino de una victoria que empezaba a tomar forma para la española tras el 3-0.
La helvética intentó asomar la cabeza con un par de bolas de roturas que solventó la española en el 4-1 para cerrar el tercer set con otro contundente 6-2 en dos horas de partido.