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Ruth Beitia: "Sabíamos que algún día llegaría esta medalla"

RUBÉN HERAS
4 min.

Ruth Beitia está "feliz". Tras un largo camino de nueve años, la exatleta cántabra ya es, oficialmente, medalla de bronce en los Juegos de Londres 2012. "Desde el 2012, desde ese día, sabíamos que en algún momento llegaría esta medalla", ha asegurado a RTVE.es Beitia, que se ha quitado la mayor espina de su carrera tras nueve años de espera.

"Hice la mejor competición de toda mi vida y fue duro, porque dejé el atletismo con esa sensación agridulce de no haber conseguido la guinda", recuerda Beitia, que aunque después regresó para llevarse el oro de Río 2016, se había puesto la meta en Londres, donde quedó cuarta... hasta ahora. "A Londres iba a por esa medalla al cien por cien, sabía que era Londres o nunca más".

Por fin se hace justicia

"El dopaje siempre ha estado ahí y ella (Svetlana Shkolina) era una persona a la que había ganado toda mi vida... de golpe y porrazo desapareció, de golpe y porrazo apareció y se convirtió en medallista olímpica, y campeona del mundo al año siguiente, por lo que pasamos a ser Chicherova y yo plata mundial, que fuimos bronce", explica Beitia.

"Ahora podemos confirmar que es nuestra, tanto de Ramón (Torralbo) como mía. Por fin ya es una realidad y por fin se hace justicia", exclama Beitia, satisfecha por una noticia que redondea la carrera de la mejor atleta española de la historia.

"Recogeré la medalla con Ramón, es de los dos"

"Lo primero que he hecho es hablar con Ramón y nos hemos felicitado, llevábamos mucho tiempo esperando este momento y sabíamos que iba a llegar. Estábamos superpendientes del momento, porque tanto Alejandro Blanco como Raúl Chapado nos mantenían informados y sabíamos que estaba cerca, pero ahora ya es realidad", explica Beitia.

La exsaltadora siempre habla en plural de sus éxitos y aunque lamenta que le "robaron" la oportunidad de subir al podio olímpico en Londres y "recoger el aplauso del público en un estadio olímpico", ahora lo suplirá recogiendo la medalla junto a su entrenador de toda la vida, Ramón: "No deseo subir sola, en el atletismo no se dan medallas a los entrenadores porque se considera deporte individual, pero el trabajo es de los dos al 50%, y si algo podemos sacar en positivo de recibirla ahora es que la recibiremos juntos, en una recompensa a 27 años de trabajo juntos".

Es una recompensa a 27 años de trabajo juntos

Aunque todavía no hay fecha definida para la entrega de la medalla, Beitia espera que sea pronto y ese momento representará "el trabajo bien hecho de muchísimo tiempo, esto no es un regalo".

Mientras tanto, Beitia ha revelado que ya tiene pensada una primera celebración con mucho "significado". La atleta, que ya luce unos aros olímpicos en el talón por su oro en Río 2016, se hará un segundo tatuaje muy "representativo" a su disciplina, el salto de altura: "es como una clasificación del salto de altura, dos equis y un válido, que representan que he estado en cuatro Juegos, los dos nulos por los Juegos en los que no conseguí medalla, y el válido para este bronce de Londres; el oro de Río ya lo tengo en los aros".

"Fiel defensora del antidopaje"

Beitia, "fiel defensora del antidopaje", ahora predica con el ejemplo y en la Universidad recomienda a los alumnos que "el atajo no llega a ningún sitio, y el problema es que estás haciendo un daño inmerecido a la persona que realmente ha trabajado duro para conseguir ese resultado".

El atajo no lleva a ningún sitio

"Me educaron en el esfuerzo, trabajo, espíritu de sacrificio... y mis padres me enseñaron el valor de la familia y Ramón los valores del deporte, no lo veo de otro modo, hay que seguir luchando contra el dopaje y por qué en algún momento podamos tener el resultado inmediato y no tener que esperar tantos años", finaliza, contenta por la noticia y tranquila por recoger los éxitos "del trabajo bien hecho".

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