El partido de ida de octavos de Champions League que enfrenta al Leipzig y al Liverpool se jugará finalmente en Budapest, en el estadio Puskas Arena, después de que las autoridades alemanas prohibiesen disputar el encuentro en la ciudad alemana por las restricciones aplicadas en el país frente a la COVID-19.
"La capital húngara acogerá el encuentro entre los equipos en el Puskas Arena el martes 16 de febrero, ya que las regulaciones ante la COVID-19 en Alemania impiden que los 'reds' puedan disputar el encuentro en el Red Bull Arena", ha explicado el equipo inglés en un comunicado difundido en su cuenta de Twitter.
La frontera alemana, cerrada frente a la cepa británica
Alemania cerró el sábado 30 de enero sus fronteras para los pasajeros de aerolíneas procedentes de regiones donde se propagan las nuevas variantes del coronavirus, incluido Reino Unido, a menos que sean ciudadanos alemanes o extranjeros que residan en en el país germano.
La prohibición seguirá vigente -al menos- hasta el 17 de febrero de 2021, justo un día después de la fecha fijada para el encuentro entre alemanes e ingleses.
El partido de vuelta, salvo sorpresas, se jugará el próximo 10 de marzo en Anfield.
La UEFA agradece la colaboración entre ambos equipos
La UEFA, por su parte, ha agradecido a los dos equipos "su estrecha cooperación" para encontrar una solución al problema, así como a la Federación Húngara de Fútbol por su apoyo y por aceptar albergar el partido.
El organismo europeo del fútbol requirió a ambos equipos buscar una solución poniendo como fecha límite este lunes 8 de febrero.