El médico personal de Diego Armando Maradona, Leopoldo Luque, está siendo investigado por el fallecimiento del astro argentino a los 60 años, en el marco de la investigación que se está llevando a cabo, según han informado varios grandes medios de comunicación del país
Según explica el diario La Nación, el magistrado del Juzgado de Garantías número 2 de la localidad de San Isidro, Orlando Abel Díaz, a petición de la fiscalía y tras las declaraciones de tres de las hijas del fallecido, Dalma, Gianinna y Jana, ha ordenado registrar la casa particular y la clínica de Luque.
Con ello se pretenden investigar las circunstancias de la muerte de Maradona en su domicilio de la localidad de Tigre, donde guardaba reposo después de una operación por un hematoma cerebral a comienzos de mes.
En caso de que las pruebas relacionen al doctor Luque, especializado en neurocirugía, que dirigió la operación y le dio el alta, con el hecho luctuoso, este podría ser acusado de "homicidio culposo".
"Estoy absolutamente seguro de que hice lo mejor"
Luque, sin embargo, se defiende asegurando que hizo "lo mejor con Diego" y que 'el Diez' decidía por sí mismo.
"Estoy absolutamente seguro de que hice lo mejor con Diego, lo mejor que se podía", afirmó el médico en una rueda de prensa tras los registros en su casa.
Luque aclaró que no era el médico de cabecera del exfutbolista, sino un neurocirujano que era su "amigo".
“Hice lo imposible para extenderle la vida“
"Si de algo soy responsable de Diego fue de amarlo, de cuidarlo, de extenderle la vida y mejorarla hasta el último. De eso soy responsable. Yo hice lo imposible para eso", dijo Luque, entre lágrimas.
Según Luque, Maradona "odiaba a los médicos", pero con él era "diferente" porque era su "amigo" y le hacía "sugerencias" que Maradona "aceptaba o no aceptaba" y le ponía en contacto con diversos especialistas médicos.
Dijo que la relación, más que de médico con paciente, era "como la de un hijo con un padre rebelde", pues, señaló, el exfutbolista tenía autonomía y decidía por sí mismo.
Explicó que para internar a Maradona en un psiquiátrico o someterlo a una rehabilitación sin su consentimiento, se requería de un procedimiento judicial que sólo se hubiera podido hacer si establecía con "criterio médico y psiquiátrico" que era "insano".
Luque aseguró que extendió "todo lo que pudo" el ingreso de Maradona en la clínica de Olivos y que tras el alta lograron entre la familia, la psiquiatra, el psicólogo y la firma de medicina privada Swiss Medical "persuadir" a Maradona para que aceptara tener la asistencia de enfermeros en su casa para "controlar" la toma de medicamentos y que no bebiera alcohol.
En ese sentido, insistió en que había un equipo de "contención" y que él, en particular, tenía la "función" de "poder hacerle entender algo a Diego" porque "nada se podía hacer sin la voluntad de Diego".
"Maradona se estaba castigando"
Luque subrayó que en la muerte del astro futbolístico "no hubo un error médico" y sostuvo que "Diego tuvo un evento fortuito, un ataque cardíaco que, en un paciente con sus características, es lo más común del mundo".
“Un ataque cardíaco que, en un paciente con sus características, es lo más común del mundo“
El deceso, aclaró, "nada tuvo que ver" con la operación a la que fue sometido.
El médico dijo que al "Pelusa" lo veía "triste", "solo" y "se estaba castigando" de un modo que, como su amigo, "no lo iba a permitir".
"El quería una vida que era mala. Yo trataba de acompañarlo (...). Era la vida de él. Me siento raro porque a lo último le cambiamos la vida y él se fue", afirmó.
Luque aseguró que no se reprocha "nada" y que, por el contrario, se siente "orgulloso" de todo lo que hizo "por Diego y por su familia".
Luque confirmó que en los registros la Policía se llevó la historia clínica de Maradona y dispositivos electrónicos, como ordenadores y teléfonos móviles. Aseguró que va estar a disposición de la Justicia porque "no hay nada que ocultar".