A pocas horas para que empiece la Vuelta ciclista a España 2020, todo empieza a moverse en Irún. La fronteriza ciudad guipuzcoana acoge desde hace horas a la caravana de la Vuelta pero para que todo eche a andar, este año es indispensable pronunciar tres letras mágicas: PCR.
Además de periodistas y todo aquel trabajador destinado en la Vuelta para las próximas tres semanas, ciclistas y equipos han sido examinados antes de cumplir con los protocolarios compromisos promocionales de la organización y de la televisión oficial de la carrera.
Un tráiler de 14 metros viajará con la ronda ciclista para realizar test PCR a todos los miembros de la burbuja de carrera. Junto con el laboratorio móvil viajan 18 profesionales de la salud que garantizarán la seguridad sanitaria de la Vuelta hasta el día 8 de noviembre.
Los primeros en llegar eran los auxiliares y técnicos de las escuadras. A partir de las 14:00h. lo harían los ciclistas, los esforzados de la carretera que denominaban los clásicos. Si se detectan dos positivos o más en algún equipo, no se les permitiría tomar la salida del martes.
Si hay algo que se palpaba, además de la concienciación de todos a la hora de mantener las distancias, es optimismo. La Vuelta se está esforzando en que todos los protocolos de seguridad se cumplan y todos lo que en ella se ven envueltos desean que todo salga bien.
El lunes los equipos descansarán porque este año no habrá gala de presentación. El martes se cambiará el protocolo habitual de las firmas de los corredores por una máquina que reconoce facialmente y la 75ª edición de la gran carrera española alzará su telón.