Los Toronto Raptors han superado a los Houston Rockets (94-83) en el primer partido amistoso que disputan antes de la reanudación de la NBA en el complejo deportivo de Orlando (Florida) dentro de Disney World, con una gran actuación del pívot español Serge Ibaka.
Con 18 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias, siendo pívot titular y con casi 18 minutos en pista, Ibaka lideró a los suyos en anotación y tiró del carro para sellar la victoria, aprovechando la ausencia de Marc Gasol, con descanso planificado.
Sin el de Sant Boi, Ibaka aprovechó la titularidad y la confianza para ser de los mejores en su equipo ante unos Rockets donde, sin sorpresa, el mejor fue el base James Harden, con dobles figuras gracias a 24 puntos y 10 rebotes.
La nueva versión triplista de Simmons (90-83)
Philadelphia Sixers ha creado una nueva versión de Ben Simmons en el partdo de esta madrugada ante Memphis Grizzlies. El australiano sólo anotó un triple en la anterior temporada, pero los rumores apuntaban a que el base, ahora reconvertido a ala-pívot, estaba comenzando a ensayar su tiro de tres en el campus de Orlando.
Los asistentes al encuentro de esta madrugada sólo tuvieron que esperar cuatro minutos para ver el primer intento de Simmons de romper su récord triplista. Lo consiguió al comienzo de la segunda mitad desatando la sorpresa del público.
Todo esto es solo un partido de preparación, el primero de hecho. Sacar conclusiones de todo esto sería precipitado, pero es obvio que hay una iniciativa y un deseo de mejora por parte de Simmons y de los Sixers para explotar todas las virtudes del jugador australiano.
Oklahoma recupera la sonrisa ante Boston Celtics (98-84)
Dos encuentros en uno. Es lo que los aficionados se encontraron en el Oklahoma City Thunder-Boston Celtics, en ina primera parte dominada por los titulares habituales y en el segundo tiempo con minutos para los jóvenes. Ambas las dominó OKC, ante un mermado Boston sin Kemba Walker ni Jayson Tatum.
A pesar de que comenzaron liderando con algunas acciones de Jaylen Brown, que fue el principal protagonista ofensivo del equipo, los Celtics poco a poco se fueron derrumbando ante los movimientos de su kriptonita: un pivot de más de 2,10 metros.
En este caso fue Steven Adams, que hizo sufrir a Boston cada vez que cayó hacia el aro, que quedó mano a mano con Daniel Theis o que fue a luchar rebotes. El neocelandés firmó una planilla de 17 puntos (16 en la pintura), siete rebotes (cuatro en ataque) y un tapón en 15 minutos, tirando 8-11 de campo.