Real Madrid y Atlético de Madrid no tuvieron el inicio soñado en la Liga de Campeones. Los blancos cayeron 3-0 ante el PSG en la que es la mayor derrota en Europa con Zidane como técnico, mientras que los rojiblancos no pasaron del empate 2-2 ante la Juventus de Turín.
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Sin embargo, teniendo en cuenta como se desarrolló el partido, el punto que salvaron los de Simeone supo a gloria.
‘La Vecchia Signora’ llegó a ir ganando 0-2 en el Metropolitano dejando en evidencia que la solidez defensiva tan característica del Atlético ya no es tal, y es que Oblak ha encajado seis goles en los últimos tres partidos. Pero lo positivo es que las ganas e intensidad que pusieron los colchoneros cambió el rumbo del encuentro, a falta de 20 minutos.
Los hombres del ‘Cholo’ siguieron fieles a su lema, nunca dejaron de creer y erigiéndose de nuevo como el Atlético de Aviación amargaron a la Juve a balón parado. Primero fue Savic el que remató de cabeza para poner el 1-2 y ya en el último minuto apareció Herrera para hacer el 2-2 con otro cabezazo tras un saque de esquina.
Ese empate se celebró como una victoria, pero más que por el punto conseguido, por la importancia de los dos puntos que robaron in extremis a uno de sus máximos rivales en el grupo D.
Fue, sin duda, la mejor recompensa para un equipo que mostró una fe inquebrantable hasta el último momento.
El Madrid ni corrió ni tiró a puerta
Y esas ganas, esa hambre, esa pasión y entusiasmo que salvó al Atlético in extremis es justo lo que le faltó al Madrid en el Parque de los Príncipes.
“Me molesta la falta de intensidad“
“El PSG nos ha superado en todo. En el juego, en la media… pero sobre todo lo que me molesta es la falta de intensidad”, reconoció Zidane tras el encuentro.
El entrenador del Real Madrid se ha declarado "molesto" y "preocupado" por la falta de intensidad de su equipo en la derrota ante el PSG (3-0).
Y es que por lo visto en París, podríamos decir que el conjunto blanco ni se presentó al encuentro. Decepcionó desde el inicio a su afición y también a un rival que esperaba mucho más de un Real Madrid que ha sido el dominador de Europa en los últimos años.
Cierto es que Zidane tuvo que confeccionar un equipo marcado por las bajas de Modric, Marcelo o Isco pero eso no puede ser una excusa ya que el PSG también salió a jugar sin sus tres delanteros titulares: Neymar, Mbappé y Cavani.
Así las cosas, el principal error de los blancos en este encuentro fue la falta de ganas. El equipo saltó al césped sin ambición, sin intensidad y esta ni siquiera apareció cuando se adelantaron los parisinos a los 13 minutos.
El primer gol de Di María, en el que Courtois pudo hacer bastante más, tendría que haber sido un revulsivo, un aliciente, un estímulo que no llegó pese a ir por debajo en el marcador.
Tanto fue así que el Madrid terminó el encuentro sin haber tirado ninguna vez a puerta. Una estadística negativa que los blancos no tenían en Champions desde la temporada 2003/04.
“No me ha gustado no crear ocasiones“
“No hemos entrado casi nunca en el partido. Con los jugadores que tenemos, no me ha gustado no crear ocasiones“, añadió Zidane en rueda de prensa.
El francés no señaló en concreto a ninguno de sus hombres pero lamentó en varias ocasiones que “en una competición como la Champions” sus hombres llegaran “sin la intensidad necesaria a estas alturas”.
Y aunque en zona mixta, Casemiro negó que el problema el Madrid fuera la falta de ganas, hay un dato muy elocuente.
Según las estadísticas de la FIFA, el Real Madrid corrió 80’5 kilómetros en el Parque de los Príncipes frente a los 87 Km del PSG. Es decir, los jugadores blancos recorrieron seis kilómetros y medio menos que su rival pese a ir siempre perdiendo.
Un dato que deja patente que los blancos carecieron de intensidad durante el encuentro porque si algo se presupone al que va perdiendo es que, al menos, corra.