La selección de Estados Unidos se alza con su décima Copa del Mundo de baloncesto, la tercera consecutiva desde 2010, tras vencer a Australia en la final de la 18ª edición del torneo, disputada este domingo en Tenerife.
No hubo sorpresas y la número uno del ranking FIBA se impuso a la número tres, aunque tenían en el recuerdo el título logrado en 2006 como esperanza.
Su otra esperanza era Liz Cambage, su pívot estrella y máxima anotadora del torneo. La misma que frenó a España en su camino para acceder a la final. A pesar de su corpulencia y su estatura (2,03 metros) fue anulada por la otra 'grande' del Mundial: Brittney Griner.
Griner fue la máxima anotadora del encuentro con 15 puntos, mientras que Cambage se quedó muy lejos de los 33 que le endosó a España y solo pudo anotar 7.
El duelo siempre estuvo controlado por Estados Unidos, que nunca dejó alternativas a Australia en el marcador. Parcial a parcial, su ventaja fue aumentando hasta que alcanzó los veinte puntos en el tercer cuarto y a partir de ese momento se limiraron a administrarla.
Las norteamericanas se dejaron ir en los últimos diez minutos de un partido que no tuvo color.