Con solo seis jornadas disputadas en la Liga no hay ningún equipo invicto. Las derrotas del FC Barcelona ante el Leganés en Butarque (2-1) y la del Real Madrid ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán (3-0) han bajado a la tierra a los dos grandes de la competición. A pesar de comandar el torneo, ambos con 13 puntos y con los azulgranas primeros por mejor diferencia de goles, las dudas se han asentado en ambos conjuntos con un Atlético tercero a dos puntos y con el derbi del Bernabéu en el punto de mira.
Si preocupante fue la derrota del equipo de Julen Lopetegui ante el Sevilla de Pablo Machín tras una primera parte para olvidar, no le fue a la zaga el tropiezo del equipo de Valverde tras la remontada del Leganés, teniendo en cuenta además, que los culés no pasaron del empate la jornada anterior ante el Girona en el Camp Nou.
El Madrid visitaba un campo marcado en rojo por el equipo blanco y sumó su cuarta derrota seguida en Liga en Nervión y la sexta en siete años. Los merengues no dieron la talla tras la salida en tromba de los locales, que gracias a sus dos últimas victorias se han engachado a los primeros puestos de la tabla (10 puntos) y mostrando una gran pegada (9 goles en dos partidos).
Madrid y Barcelona se estancan y las causas no se circunscriben al simple hecho de tener un mal día. Las rotaciones no le funcionaron a Valverde el día del Girona, con cuatro novedades con respecto a la jornada anterior -Semedo, Arthur, Arturo Vidal y Lenglet- y tampoco le salió bien su apuesta de alinear a Vermaelen en el laterarl izquierdo y a Munir en la delantera por Luis Suárez. El primer gol del Leganés llegó tras no llegar el belga a impedir el remate de cabeza de El Zhar y el marroquí fue el primer sustituido del encuentro.
Pablo Machín le ganó la partida a Lopetegui y, al igual que con el Girona el año pasado, volvió a derrotar al Madrid con la misma receta: castigar la banda de Marcelo para que sus jugadores pusieran en aprietos a los blancos. Así llegó el tanto que abrió el marcador y las puertas a la victoria sevillista. Solo Bale estuvo a la altura de un equipo que no ha dado la talla ante rivales de entidad en esta Liga y con un Benzema desparecido.
La derrota de ambos en la misma jornada no sucedía desde el 4 de enero de 2015 cuando el Barça cayó en Anoeta por 1-0 y el Madrid en Mestalla (2-1). Este hecho casi inédito da alas al resto de perseguidores, con el Atlético a dos puntos; Sevilla, Alavés y Espanyol a tres; y Celta a cuatro para animar una Liga que se prevé muy competitiva y donde no parece que haya un dominador claro para regocijo del espectáculo y la emoción.
El derbi del Bernabéu en el horizonte
Y, sin tiempo de relajación, la Liga traerá un nuevo test para los aspirantes al título con un derbi en el Bernabéu en el que el Atlético tiene motivos más que de sobra para afrontarlo con optimismo: su victoria en la Supercopa de Europa ante el eterno rival y su racha de dos victorias en Liga ante Getafe y Huesca, con la posible vuelta de José María Giménez al equipo, una noticia que contrasta con las dudas en la otra orilla debido a la lesión de Marcelo.
Desde el estreno de Simeone en el Bernabéu, el 1 de diciembre de 2012 con una derrota por 2-0, con goles locales de Cristiano Ronaldo y Mesut Özil, sólo el Barcelona ha ganado más partidos en el Santiago Bernabéu que él, con cuatro triunfos por tres del Atlético. Protagonistas ambos de más de la mitad, 7, de las 13 derrotas que el Real Madrid ha sufrido en su casa entre todas las competiciones desde entonces.
Los colchoneros no pierden un derbi liguero en campo hostil desde hace cinco años. A los dos empates a uno de las dos últimas temporadas se unen las dos victorias en los tres años anteriores (0-1, 1-2 y 0-1). Su victoria en Tallín por 2-4 es el último precedente entre ambos y la palanca donde fija el Atlético su objetivo de salir por delante del Madrid en la clasificación.
Los blancos, por su parte, deben reaccionar cuanto antes para olvidar su amarga noche sevillana y encontrar soluciones a la baja de Isco tras su operación de apendicitis. La posible vuelta de Navas bajo palos y la apuesta que Lopetegui haga en el ataque tras el mal partido de Benzema en el Pizjuán, con las ganas que demuestra Mariano y la última convocatoria de Vinicius, pueden ser claves para el choque.
Pero no todos los focos apuntan al Bernabéu ya que en el Camp Nou el Barça se medirá a un Athletic herido tras su derrota ante el Villarreal. Un partido que calibrará el batacazo culé. Un tercer tropiezo haría saltar todas las alarmas en 'Can Barça' después de que los aficionados no vean rentabilidad en la inversión en fichajes del club.
La intención de que Arthur se convierta en el sustituto de Iniesta de momento se ha quedado en el detalle intrascendente de lucir el mismo dorsal. Pero sería injusto señalar con nombres propios cuando hay un dato contundente que significa un lastre demasiado pesado para el equipo: el Barça ha encajado siete goles en los últimos partidos, una registro impensable en el Barça que se proclamó campeón.