La temporada se da por comenzada con el inicio de la Champions, el objetivo más ansiado por todos los clubes y el más complicado premio que se puede desear. En los últimos años, Madrid, Barça y Atlético han sido protagonistas de la competición.
Precisamente, culés y rojiblancos inician el camino europeo después de que el año pasado ambos tuvieran una actuación muy discreta en la Copa de Europa. Los de Valverde se quedaron en los cuartos de final, cayendo por sorpresa ante la Roma, a priori, un rival de menor entidad.
Peor se le dio a los hombres de Simeone, que no fueron capaces de pasar de la fase de grupos, tras haber sido finalista en 2016 y 2014 y semifinalista en 2017.
Una temporada nueva sirve para hacer borrón y comenzar de cero. Aunque comenzar de cero no va a ser lo mismo para Barcelona y Atlético, los dos clubes españoles que abren boca este martes en la máxima competición europea ante PSV y Mónaco, respectivamente.
El equipo catalán ha arrancado como un tiro la competición casera y después de cuatro jornadas, marcha líder en solitario, con pleno de victorias y mostrando una cara muy competitiva. Además, Dembélé parece haber explotado tras un primer año de difícil aclimatación, en parte, por culpa de las lesiones.
Los 14 goles a favor y solo tres en contra avalan un gran arranque liguero, algo a lo que está acostumbrado el Barcelona en la última década, donde se ha llevado siete de las últimas diez ligas. Pero el problema de los culés llega en Europa, donde se han quedado rezagados respecto al eterno rival, el Real Madrid, que confirmó su condición de 'rey de reyes' del 'Viejo Continente', con sus tres Champions logradas de manera consecutiva y cuatro en cinco años.
La Champions, obsesión de azulgranas y atléticos
El claro favorito de la Liga se convierte en solo aspirante en la Champions. Esa competitividad liguera se ha transformado en las últimas campañas en faltas de ideas y ambición europea. El mejor ejemplo fue la pasada temporada, donde quedó fuera ante la Roma, dando una imagen en el partido de vuelta de equipo sin recursos, más allá de la lucidez del momento de Messi.
El Barcelona arranca en casa y ante el PSV, el rival más débil del grupo B, por lo que parten como claros favoritos para empezar con buen pie una 'liguilla', que nunca supone un problema para el equipo dirigido por Ernesto Valverde. El técnico quiso quitar la marca de 'cenicienta' al conjunto holandés, del que destacó sus virtudes.
Una vez que se sepa que ha hecho el Barcelona, entrará en escena el Atlético, con una visita a Mónaco que no parece tan plácida y con un viejo conocido como Radamel Falcao enfrente.
Los fantasmas de la pasada campaña aparecen ante un rival que suele hacer un buen papel en Europa y, sobre todo, tras lo acontecido el año pasado, cuando no se logró el billete a octavos tras un mal arranque, con empate ante la Roma, derrota ante el Chelsea y, sobre todo, dos empates consecutivos ante el Qarabag, la 'cenicienta' del grupo.
La presión para Simeone es extra si se atiende a que en estas cuatro jornadas de liga ha firmado su peor arranque como entrenador 'colchonero' desde que llegó al Atlético en 2011, con solo cinco puntos de 12 posibles y a siete del líder. El balance, una victoria, dos empates y una derrota, con solo tres goles a favor y cuatro en contra. Por si fuera poco, Griezmann ha hecho una diana y Diego Costa, ninguna, una circustancia a la que el técnico argentino quiso quitar hierro en la rueda de prensa previa: "Aparecerán en el momento necesario".
Desde que ganara la Supercopa de Europa al Real Madrid, el Atlético ha ido de más a menos hasta la actual situación. Por sin no fuera un plus extra de presión, la final de la Champions de esta temporada se disputará en el Metropolitano, escenario inmejorable para cobrarse la deuda histórica con la 'Orejona', pero primero, el Mónaco.