La Euroliga ha presentado una denuncia ante la Comisión Europea contra la FIBA y FIBA Europa "como consecuencia de las repetidas presiones que los clubes europeos de baloncesto reciben por parte de la federación internacional y sus filiales nacionales" para que renuncien a participar en sus competiciones.
En un comunicado remitido este lunes, la Euroliga subrayó que "los clubes de baloncesto europeos están sufriendo repetidas presiones por parte de la federación internacional y sus filiales nacionales" para que renuncien a participar en las competiciones que "los propios clubes, desde el año 2000, gestionan a través de la Euroliga".
"La denuncia se dirige a las amenazas y presiones inaceptables e ilegales que FIBA y sus federaciones miembros están realizando a clubes, jugadores y árbitros para obligarles a abandonar la Euroliga y la Eurocup y participar solo en competiciones FIBA. El objetivo es de la denuncia es garantizar que clubes, jugadores y árbitros puedan decidir libremente su participación en las competiciones que consideren apropiadas, sin ser objeto de amenazas o presiones", explica Euroleague Basketball.
"Existe un flagrante conflicto de intereses"
En dicho texto, añade que "FIBA está violando la ley de la Unión Europea" porque existe "un flagrante conflicto de intereses", ya que el organismo "ha establecido reglas para sancionar a aquellos que estén inmersos en competiciones que no estén aprobadas por la FIBA". En este sentido, Euroliga subraya que "hay varios precedentes a nivel europeo que demuestran que las federaciones deportivas no pueden usar sus poderes de regulación y sanción para obtener una ventaja en el mercado".
Dentro de este contencioso, la Euroliga explica que mandó dos cartas a la FIBA fechadas el 25 de noviembre y el 29 de diciembre, pidiendo una modificación de su normativa y de esas sanciones mencionadas, pero que "esas súplicas fueron rechazadas por la FIBA a pesar de la advertencia de posibles acciones legales".
Además, la Euroliga añade que continuará "trabajando en el proyecto anunciado en noviembre para remodelar la Euroliga y la Eurocup", paralelo a la nueva Liga de Campeones que FIBA quiere lanzar la próxima temporada.