A veces ocurre. El destino encuentra inesperados recovecos en los que el actor secundario acaba convertido en protagonista. Y eso, en la carrera de Pedro Rodríguez, ha pasado en más de una ocasión. La última, mientras el propio destino se empeña en marcarle otro camino, llegó este martes en Tiflis, donde el azulgrana regaló otra Supercopa al Barcelona.
"Es uno de esos jugadores que para momentos únicos está tocado por una varita", afirmó Mascherano al término del partido en el que el canario marcó el gol de la victoria sobre el Sevilla (5-4). No le falta razón al 'Jefecito'. Pedro marcó en la prórroga, en el minuto 115, generando una explosión de alegría que ya provocó en exactas circunstancias, en 2009 contra el Shakhtar Donetsk. Dos goles decisivos, dos Supercopas.
Son solo dos muescas de la impecable carrera de Pedro en el Barcelona. Once temporadas, ocho de ellas en el primer equipo, de un chico canario que se dio a conocer como Pedrito, maduró en Pedro y que en ocasiones se aparece como San Pedro. Guardiola apostó por su salto al primer equipo y acabó haciéndose con un hueco que ahora no encuentra entre los Messi, Suárez y Neymar.
Obligado a encontrar una salida: "Es una cuestión de minutos"
Tras perder protagonismo con la llegada del uruguayo, Pedro asumió su nuevo rol en silencio, aportando siempre que saltaba al campo y luchando por recuperar el sitio perdido. Pero con 28 años y una Eurocopa a la vista, parece obligado a buscar una salida que nunca quiso. De ahí el cabreo con Robert Fernández.
Tras la Supercopa Pedro reconoció que no sabe que ocurrirá con su futuro pero sí recriminó las palabras del director técnico azulgrana. Fernández dijo que Pedro le había confesado que quería marcharse del club. Y Pedro, culé hasta la médula, explotó. "Sus declaraciones son muy desafortunadas, no me quiero ir del Barça", reveló a TV3 tras el partido en Georgia.
“No se que pasará pero siempre seré del Barça“
El tinerfeño, no obstante, y pese a su deseo de continuidad, quiere y necesita minutos. Y eso solo lo conseguirá fuera del club de su vida. Ni siquiera con Neymar fuera comenzó de inicio la Supercopa. Luis Enrique optó por Rafinha y alegó falta de entrenamientos del canario esta semana por molestias. "Me ha disgustado no ser titular en la final tenía mucha rabia cuando he salido y más teniendo en cuenta la baja de Neymar. Soy ambicioso. No se lo que pasará, es una cuestión de continuidad, de minutos... pero siempre seré del Barça".
El destino volvió a mostrarse caprichoso y Pedro convirtió la rabia en un nuevo éxito. El vestuario le abrazó públicamente y aplaudió su última gran gesta con el Barça.