El Valencia Basket ha derrotad en el Fontes do Sar a un Río Natura Monbus Obradoiro (62-73) que peleó pero se mostró negado en los tiros libres, con ocho fallos de veintiún intentos. [Real Madrid - Montakit Fuenlabrada
El conjunto compostelano llevaba nueve partidos en casa y solo había perdido una vez justo antes de recibir a su bestia negra, un equipo al que no vence desde la temporada 2011/2012.
La cita arrancó con buenas sensaciones para el equipo de casa, que defendía y anotaba con todos sus jugadores implicados y la distancia aumentó hasta los seis puntos tras una falta antideportiva que hizo Nemanja Nedovic a Alberto Corbacho (14-8, min. 7).
Un tiempo muerto de Carles Durán dio un parcial de 0-7 para el Valencia Basket que, sin embargo, vio otra vez al Obradoiro por delante muy pronto al terminar al primer cuarto (20-17).
No podían ser mejores las sensaciones en el equipo de casa, con la intensidad y la energía que había pedido Moncho Fernández, y con el veterano Jesús Chagoyen como líder en la pista con fuerza en el rebote y acierto en los pases en ataque y también en el tiro, pues incluso metió un triple (25-22, min. 13).
Lo intentó el Valencia Basket de la mano de Pau Ribas, que fue clave con quince puntos, pero la respuesta no se hizo esperar y Adam Waczynski devolvió a los suyos al mando del luminoso con dos lanzamientos exteriores en pocos minutos (36-32, min. 17).
Con tres faltas de Nedovic parecía que todo se complicaba para el equipo taronja, pero de nuevo Ribas y Romain Sato con tres puntos casi sobre la bocina daban el mando al llegar al descanso (39-44).
Perfecta fue la salida del Obradoiro en la reanudación, pues forzó tres pérdidas seguidas de los visitantes y anotó, por medio de Daniel Miller, en dos ocasiones consecutivas para colocarse a un punto y volver a meterse en el partido.
Luke Harangody lo rompió para siempre primer con un triple y luego con un robo terminado en una canasta fácil en contraataque (43-49, min. 24) del que ya no se recuperarían los locales.
En un momento crucial Pavel Pumprla robó el balón y se lo pasó a Corbacho para una canasta fácil, pero la pelota se escapó y en la siguiente acción Nedovic dejaba las cosas muy complicadas para los de casa con un triple (45-54, min. 26), pues la diferencia apenas se redujo hasta el final del tercer cuarto (54-59).
La garra del Obradoiro continuó presente hasta el final aunque lo tiros libres no entraban, con ocho fallos de veintiún intentos, que unidos a los 14/31 en tiros de dos puntos y 7/21 en triples, impidieron pelear por el partido hasta el final.
Kresimir Loncar puso la distancia máxima (55-68, min. 36) y obligó a Fernández a pedir su último tiempo muerto tras el que un 5-0 local dio esperanza al Fontes do Sar (60-68, min. 37), aunque el Valencia Basket no se dejó intimidar y cerró la cita sin sufrir (62-73).
El Gipuzkoa se lleva un valioso triunfo de Andorra
El mejor partido de la carrera de Dani Díez (32 puntos, 6 triples, 36 valoración) le da el triunfo al Gipuzkoa Basket en Andorra (77-88). Los donostiarras dominaron durante todo el encuentro, llegando a ganar hasta por 26 puntos, pero los andorranos redujeron la diferencia en el último cuarto.
El Gipuzkoa Basket se llevó hoy una importante victoria en su visita a un negado MoraBanc Andorra (77-88)en una noche en la que destacó por los visitantes la figura de Dani Díaz, con 32 puntos, siete rebotes y 36 de valoración.
El triunfo le permite a los guipuzcoanos tomar distancia sobre la zona delicada y dejar a dos partidos a un rival directo, mientras que los andorranos suman su séptima derrota consecutiva y no salen del bache.
El primer cuarto del Gipuzkoa fue espléndido y el del Andorra para olvidar. Dean, con once puntos, y Dani Díez martillearon a unos locales que encadenaron fallo tras fallo y encajaron un 12 a 25 que hizo mucho daño. Los de Peñarroya perdían la lucha por el rebote y estaban nefastos desde el triple -0 de 4- mientras los de Ponsarnau anotaban con mucha facilidad.
No fueron diferentes las cosas en el segundo cuarto, con un Gipuzkoa que tiró de oficio, y que tuvo a Díez enchufado. Dieciséis puntos llevaba el alero en el descanso -acabó el partido con 32 y seis triples de siete intentos- y las diferencias llegaron a aumentar hasta los diecinueve puntos. En el Andorra no aparecía ningún jugador con acierto y los visitantes se marchaban al vestuario con gran sensación de superioridad.
Tampoco fue capaz el Andorra de recortar distancias en el tercer acto. El partido no cambiaba el guión en ningún momento. Díez seguía estelar y los vascos devolvían con acierto cualquier intento de aproximación de los locales. Los 21 puntos de diferencia parecían definitivos y el último cuarto sólo sirvió para que los de Peñarroya, que recibió una técnica, maquillaran el resultado.
El Gipuzkoa agotó posesiones, jugó con cabeza, dosificó un magnífico 50 por ciento en triples -11 de 22 intentos- y llegó cómodo al final para lograr una victoria más que merecida.