Cruel, esa es la palabra que ha definido el paso del Atlético de Madrid por la final de la Champions League de Lisboa 2014, la misma que resonó en los Luis Aragonés y compañía en 1974, cuando también se le escapó la primera Copa de Europa ante el Bayern de Múnich. [Crónica, por Samual A. Pilar: La Décima ya es del Real Madrid
El resultado de la derrota ante el Real Madrid (4-1) no ha sido un reflejo claro de lo que ha pasado en el estadio Da Luz portugués. De nuevo, los minutos de descuento han jugado en contra de los 'colchoneros'.
El Atlético llegaba a Lisboa con el título de Liga y como el único equipo de la Champions que no ha cedido ningún partido en la competición y que ha perdido sin cederlo en los 90 minutos reglamentarios.
Pero el fútbol atlético ha llegado hasta donde le llegó la gasolina. La prórroga no entraba en los planes de Simeone tras el gol logrado por Godín, gracias al fallo clamoroso de Casillas en el minutos 35 de partido.
Los rojiblancos han aguantado hasta el descuento con la final a su favor, pero un fatídico córner en el minutos 93 ha vuelto a ser decisivo para las intenciones europeas del club del Manzanares.
Los 20 minutos últimos de la segunda mitad han marcado el desenlace del partido. Con todo perdido, el Real Madrid se ha volcado sobre la portería rojiblanca, lo que ha hecho que el Atlético haya corrido más de lo necesario detrás del balón.
Simeone ha actuado para amarrar el resultado y decidió sacar del terreno de juego a Raúl García, su lugar lo ocupó Sosa, corría el minuto 66. La sustitución en el 82 de Filipe Luis por Alderweireld fue por el cansancio del brasileño.
La decisión de que Diego Costa saliese desde el inicio condicionó los planes del equipo, ya que el hispanobrasileño llegaba entre algodones al partido y tuvo que retirarse sin que se hubiesen cumplido diez minutos de choque.
Dos finales paralelas
El 'Cholo' se vio obligado a sacar a Adrián y agotar el primer cambio en el minuto nueve de partido. Esta vez, el entrenador argentino no ha dado con la tecla en las sustituciones, al contrario que su rival.
El descuento de cinco minutos añadidos por el colegiado de la final, el holandés Bjorn Kuipers, se le ha hecho más largo a los atléticos que los 90 minutos reglamentarios.
Sergio Ramos, que está en racha, se ha disfrazado de Hans-Georg Schwarzenbeck, se elevó por encima de todos en el balón colgado de córner por Modric para amargar la noche al eterno rival de la capital.
Dos finales fatídicas con demasiados paralelismos. En aquella noche de Heysel, 'colchoneros' y bávaros empataron a cero y se fueron a la prórroga. Luis Aragonés abrió la lata en el minuto 114, cuando solo quedaban seis para el final. Pero Schwarzenbeck forzó el partido de desempate pasado el 120. Antiguamente no había penaltis.
La final, que se repitió dos días después, acabó con un 4-0 a favor de los alemanes. Algo muy parecido a lo que ha ocurrido en Da Luz, cuando la prórroga se ha convertido en enemiga de los atléticos.
El segundo gol del Madrid ha llegado por la banda de Juanfran, que a duras penas podía mantenerse sobre el terreno de juego, los cambios ya estaban agotados. Los otros dos goles de Marcelo y Cristiano han sido un castigo excesivo para un equipo de 9'5, como el propio 'Cholo' ha dicho en la rueda de prensa posterior al choque. Ese medio punto que ha faltado hubiese sido levantar la primera copa de Europa.