El Real Betis superó un mal trago en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey y accedió a la siguiente ronda tras empatar 2-2 en el Benito Villamarín con un voluntarioso Lleida, que le metió el miedo en el cuerpo.
Cinco minutos, del cinco al diez, fueron suficientes para que el Betis, con goles de sus defensas centrales, Paulao y Amaya, dejara la eliminatoria casi imposible para un Lleida voluntarioso, al que había superado en la ida (1-2).
Fueron dos mazazos en la moral del equipo catalán que sirvieron al Betis para 'lavar' su cara. Incluso pudo hacer más daño al rival, como en un balonazo de Salva Sevilla al poste derecho de Núñez y un lanzamiento de Juanfran por alto, tras superar al cancerbero ilerdense, que un zaguero desvió en la misma línea de gol
La segunda ocasión la aprovechó el Lleida en una falta que lanzó Monforte. El balón no lo pudo despejar un dubitativo Sara y se alojó en las redes béticas. Luego, en la segunda parte, el Betis mantuvo el tipo hasta que el Lleida puso las tablas en el electrónico con un gol de Mata (m.56).
A partir de ahí, se vio a un Betis temeroso ante un adversario que no hizo más porque no tenía argumentos para ello, pero que llevó la incertidumbre y el miedo a las gradas.
La Real hace otra goleada
La Real Sociedad brilló por fin en la Copa y se deshizo con facilidad (4-0) del Algeciras, que únicamente opuso resistencia hasta el primer gol de los guipuzcoanos.
La Real no las tenía todas consigo a pesar del empate a uno que se trajo de Algeciras porque de sorpresas monumentales ante equipos de inferior categoría está llena la historia reciente en este torneo.
Dos avisos del suizo Seferovic, ante un conjunto andaluz ordenado en defensa y sin renunciar a dar un susto, preludiaron el gol del navarro Javi Ros, que marcó de duro disparo desde fuera de área inhabilitando la estirada del guardameta Romero
Seferovic, al minuto de la reanudación, pudo poner el broche a la eliminatoria al rematar totalmente solo con la portería vacía y envió el balón por encima del larguero.
El suizo parecía negado cara al gol hasta que por fin su lucha tuvo justo premio con un remate a centro de José Ángel que empalmó a la primera para colocar el 2-0.
Anoeta era ya una fiesta, se quitó los miedos y angustias pasados y disfrutó con su equipo, sobretodo cuando Griezmann, ovacionado al entrar en el campo, hizo una gran jugada personal para lograr el último gol del encuentro.
Algeciras bajó los brazos y la Real jugó a gustarse y a ampliar su renta, cosa que logró con el gol de Vela en una acción colectiva local.
El Almería cumple el trámite
La UD Almería, pese a empate a cero, consiguió el pase a la ronda de octavos después de superar a Las Palmas con la victoria en la ida (1-3) que ha hecho que el partido, en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, careciera de vistosidad.
El peso del partido lo llevó siempre la UD Almería que, aunque lo intentó en el inicio de ambos periodos, careció de ambición, se dedicó más a mover el balón, mientras el rival lo único que pudo hacer fue buscar un robo que nunca dio resultado.
Los rojiblancos, si bien han salido a por el triunfo desde el pitido inicial, lo cierto es que no han gozado de ocasiones para haber conseguido su propósito de 'matar' la eliminatoria de un modo rotundo.
Los amarillos, muy imprecisos en el pase, no inquietaron en ningún momento a Ustari, que pasó plácido el resto de un partido sin historia. La misma había quedado escrita en el partido de ida.