El británico Chris Froome, líder del Tour de Francia, que hoy cedió más de un minuto con respecto a sus seguidores, aseguró que la etapa demuestra "que en el Tour no hay etapas de transición". [Crónica de la 13ª etapa del Tour de Francia] [Blog 'En Ruta': Hay carreras que no te quierenpor Pedro Delgado]
“Saxo ha hecho una gran carrera“
"Saxo ha hecho una gran carrera y también el Omega de (Mark) Cavendish. Está claro que el Tour no se acaba hasta que se llega a París", afirmó el ciclista del Sky.
"Era un día muy difícil, con el viento, hay muchos nervios estos días, espero que la cosa sea diferente el domingo en el Mont Ventoux", dijo.
Froome reconoció que echó de menos a su compañeros Edvald Boasson Hagen, que se retiró tras haber sufrido una caída ayer. "Nos hubiera venido muy bien en una etapa como la de hoy", aseguró el maillot amarillo.
El británico indicó que ahora su principal rival es el holandés Bauke Mollema, segundo de la general, aunque advirtió de que "Contador no está lejos". "Pese al tiempo perdido, puedo estar satisfecho de que todavía tengo ventaja, pero es cierto que en la montaña tendremos que estar concentrados", afirmó.
Froome lamentó el tiempo perdido por Alejandro Valverde, que le aleja de la lucha por el podium y dejó entrever que no le gustó la actitud de algunos equipos cuando el español tuvo un problema mecánico. "Ha tenido mala suerte y Belkin ha comenzado a elevar el nivel. Espero que a mi no me suceda, y si me pasa espero no tener a todo un equipo contra mi", dijo.
Para el líder de la carrera, el hecho de haberse vestido de amarillo tan pronto no es un problema. "Las circunstancias han hecho que tengamos el maillot amarillo demasiado pronto, la contrarreloj por equipos y los Pirineos. Pero la táctica no es diferente a la que teníamos el año pasado. Cada uno tiene que aprovechar sus oportunidades, y hoy ha sido el día del Saxo, con ese abanico, y han tenido su recompensa", comentó.