El Real Madrid jugará dentro de 12 días la final de la Copa del Rey, es segundo la tabla y volvió a aplazar el alirón del Barça en la Liga; sin embargo, nada de eso parece importar ahora para el madridismo, más pendiente de la continuidad de José Mourinho y del pulso del técnico con Iker Casillas.
La tormenta arreció tras el último partido contra el Valladolid, en el que lo de menos fue la victoria. El Santiago Bernabéu volvió a mostrar su dictamen en cuanto a sus preferencias y en cuanto la megafonía anunció las alineaciones hubo sentencia: más pitos que aplausos para Mourinho y ovación a Casillas.
El público soberano también tiene sus 'papelitos' (esos que se llaman carnet de socio, abonado o entrada) y no olvida todas las tardes de gloria que 'san' Iker les ha dado en los trece años que lleva en la entidad.
Cinco Ligas, dos Champions, Cuatro Supercopas de España, una Supercopa de Europa, una Copa Intercontinental, dos Eurocopas, un Mundial y la consideración de mejor portero del mundo en seis ocasiones por parte de la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol, avalan a Casillas.
Un 'partido' de mal resultado
Esta misma semana las palabras de uno y otro han definido la actitud de técnico y jugador; mientras Mourinho aún no tiene decidida su continuidad, pese a tener contrato en vigor; Casillas ha hecho profesión de fe madridista al decir que su futuro está en la entidad. Casillas, 1- Mourinho, 0.
También al acabar el encuentro liguero de este sábado continuó la división de opiniones. Un hombre considerado 'pro-Mourinho', el central Pepe, defendió a su compañero en la portería y tachó de falta de respeto hacia Iker las declaraciones previas del entrenador. Casillas, 2- Mourinho, 0.
Ya en la sala de prensa llegó el turno de explicación de Aitor Karanka. Esta vez no saltó a la arena el portugués y fue el vasco quien dio la cara por él. Aseguró Karanka que no hay falta de respeto y defendió la tarea de su jefe y de todo el equipo técnico.
Tuvo que matizar Karanka las palabras de un hombre que suele explicar con meridiana claridad como es Mourinho, cuando dijo que "No es que se arrepintiese, sino que se pidió el fichaje de Diego y no se aceptó por el club". Total: Casillas, 2- Mourinho, 1. Pero sea cual sea el resultado será malo para el madridismo.
En ninguna actividad que ha de realizarse en equipo es buena la división y en estos momentos la nave del Real Madrid parece que está al pairo con declaraciones y unos y otros y cada día se habla de un entrenador distinto como su sucesor de aquel que tiene que mantener el rumbo.
La borrasca se acrecienta en medio del mutismo de quien debe fijar ese rumbo, el presidente, que aguarda impávido el espectáculo - al menos de puertas a fuera- en espera de que concluya la temporada.
Y a todo esto, el día 17 de mayo el Real Madrid tiene la final de la Copa del Rey, la última posibilidad que les queda los blancos de ganar el que sería su segundo título de esta campaña 2012- 2013, que empezó de forma tan alagüeña con el éxito en la Supercopa ante el Barcelona. De aquella final ya pocos parecen acordarse, de la de Copa, parece que tampoco.