Las explosiones en la línea de llegada del centenario maratón de Boston este lunes son el último episodio sangriento en la historia del deporte. Dos deflagraciones acabaron con la vida de al menos tres personas y causaron heridas a más de 140 en la ciudad estadounidense, reavivando el fantasma del terrorismo en un país que no sufría un atentado en su territorio desde el ataque a las Torres Gemelas y el Pentágono en septiembre de 2011. Pero el deporte ha vivido el ataque del terror en otras ocasiones que permanecen en la memoria.
Matanza de Múnich 1972
Han pasado más de cuarenta años del ataque de los terroristas palestinos de "Septiembre Negro", que mataron a once atletas israelíes en los Juegos Olímpicos. También murieron cinco terroristas y un policía en el fallido intento de rescate de los atletas, que habían sido secuestrados. Los Juegos solo detuvieron la competición durante un día. El equipo israelí sí abandonó los Juegos, al igual que los egipcios, temiendo represalias.
Se cumplen 40 años de los atentados en los Juegos de Múnich 1972
Atentados en Sri Lanka
La isla asiática ha sido objeto de varios ataques. En 1987, un coche bomba acaba con la vida de 100 personas en una estación de autobuses durante una gira por el país del equipo de cricket de Nueva Zelanda. En 1996, los equipos de cricket de Australia y las caribeñas Indias Occidentales se niegan a jugar una semana después de la explosión de una bomba en Colombo que mató a 80 personas e hirió a 1.200.
En 2008, cuatro meses antes de los Juegos de Pekín, 13 personas murieron y 90 fueron heridas en un atentado suicida en la salida de un maratón en Sri Lanka, perpetrado por la guerrilla tamil. Un año más tarde, de nuevo el cricket de Sri Lanka fue objeto de la violencia terrorista: la selección nacional del país fue atacada en Lahore, Pakistán, por un grupo de hombres armados con fusiles AK-47, granadas y cohetes. Murieron siete personas y seis jugadores de Sri Lanka resultaron heridos.
Bomba en el parque olímpico en Atlanta
Una bomba en el Parque del Centenerio en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 acabó con la vida de una persona y causó heridas a un centenar. La seguridad de los Juegos se puso en entredicho, pero la competición no se suspendió.
Bombas y amenazas junto al Santiago Bernabéu
El 22 de mayo de 2002, tres horas antes del partido de semifinales de la Champions League entre el Real Madrid y el FC Barcelona, un coche bomba de la banda terrorista ETA fue detonado cerca del estadio del equipo blanco, hiriendo a 17 personas. La onda explosiva también alcanzó al Bernabéu, donde se desprendió parte del techo del salón de trofeos en la planta baja.
La amenaza de bomba también obligó a evacuar el estadio Santiago Bernabéu en mitad de un partido entre el Real Madrid y la Real Sociedad en el año 2004. Los espectadores y los jugadores abandonaron el estadio por el terreno de juego con calma y sin que se produjera ninguna explosión.
Los iraquíes, víctimas del terror
Los deportistas iraquíes fueron blanco de la violencia en tres ocasiones en el año 2006. En mayo, 15 atletas y entrenadores del equipo de taekwondo fueron secuestrados y ninguno fue visto con vida. Pocos días después, unos pistoleros acabaron con la vida de un entrenador de tenis y dos de sus pupilos. En julio, 50 hombres armados atacaron un congreso deportivo en Bagdad y secuestraron a 30 personas, incluido el presidente del Comite Olímpico iraquí, Ahmed al-Hadjiya.
El Rally Dakar tiene que marcharse de África
Las continuas amenazas de grupos próximos a Al Qaeda fuerzan al mítico rally a abandonar el continente y cancelarse por primera vez en sus tres décadas de historia. En 2008, ante el riesgo de atentados, se suspende la competición y la carrera se instala en el continente sudamericano.
Atentan contra la selección de fútbol de Togo
En el transcurso de la Copa de África de 2010, Fuerzas de Liberación del Estado de Cabinda/Posición Militar (FLEC) atacan en Angola al equipo de Togo, en el que militaba el jugador del Manchester City Emmanuel Adebayor. Mueren el conductor del autobús, dos miembros del equipo técnico y resultan heridos nueve integrantes del equipo.
Tragedia en Port Said
En 2010, al término de un partido de la liga egipcia enter el Al Masry y el Al Ahly mueren 74 personas y otras 248 en la ciudad egipcia de Port Said, en medio del clima de confrontación que atravesaba el país.
Dos años después, la tragedia tuvo un nuevo eco al morir otras 31 personas, entre ellas un futbolista y un exjugador, en los enfrentamientos entre miembros de seguridad en torno a la cárcel de Port Said después de que un tribunal penal egipcio condenara a pena de muerte a los 21 acusados por la masacre del estadio.