Oscar Pistorius vive angustiado por la seguridad en un país, Sudáfrica, que lidera las tasas de inseguridad ciudadana. El handicap de no tener piernas es un factor que se suma a esa situación que ha facilitado la bajada a los infiernos de este velocista olímpico y paralímpico.
La amputación de ambas piernas a la altura de las rodillas con once meses de edad le privó de una normal vida infantil, cuestión que superó con la práctica del deporte. Ayudado por unas prótesis de fibra de carbono, con las que ha ganado ocho medallas paralímpicas y la hazaña de obtener una marca mínima para correr los 400 metros lisos en Londres 2012 tras una lucha máxima con los distintos Comités Olímpicos y con sus rivales que cuestionaban la 'igualdad' que proporcionan unos resortes de última generación en lugar de las piernas.
En su vida personal se resguardaba en una exclusiva zona residencial en las afueras de Pretoria dotada con cámaras y guardias de seguridad y en su dormitorio siempre tenía a mano una pistola 9 mm, la que acabó con la vida de su novia, una metralleta, un bate de béisbol y una pala de críquet.
De la coartada del intruso a la sospecha de los celos
Sudáfrica cuenta con una de las tasas de crimen violento más altas del mundo y es frecuente que haya armas en las casas como medida de defensa ante posibles delincuentes, este fue el primer motivo con el que especularon los medios de comunicación locales en la madrugada del miércoles al jueves cuando informaron de que el atleta de 26 años habría confundido a su novia de 29 con un ladrón.
Esta versión tuvo su punto de apoyo en la paradoja de que a través de esa madrugada negra llegaba el día de San Valentín y que su enamorada entraba por sorpresa en los inseguros sueños de su pareja. “¿Qué tenéis bajo la manga para vuestro amor mañana?”, había publicado la víctima en la víspera en su cuenta de Twitter.
Oscar Leonard Carl Pistorius parece que desde que volvió de los Juegos Olímpicos de Londres dormía envuelto en las pesadillas que le ocasionanban los celos que le dieron la bienvenida a su Pretoria natal. El diario sudafricano The Star informó de una posible relación de la top-model con un productor de televisión, Quinton van der Burgh, a quien Pistorius habría amenazado con romperle las piernas.
La policía no ha dudado en acusar al héroe deportivo de asesinato tras escuchar las versiones de testigos que relataron "incidentes previos" en la relación de la pareja. "Hemos hablado con vecinos y personas que habían oído cosas en la noche anterior y cuando se produjeron los disparos" explicó la general de brigada de la policía, Denise Beukes.
La imagen de Pistorius de las vallas de publicidad desaparecía el jueves de las calles y carreteras de Sudáfrica con la misma velocidad con la que el 'héroe nacional' pasaba a 'villano mundial' al tiempo que se iban conociendo las circunstancias de la terrible matanza de San Valentín.
El principal patrocinador del atleta no quería que su marca, surcada por una línea roja, se viera salpicada por la sangre provocada por la bala de su recámara, eslogan con el que Nike publicitaba en inglés a Pistorius: "I am the bullet in the chamber".