El Real Madrid ganó la Liga y el FC Barcelona la Copa, Guardiola dejó el banquillo culé y le sustituyó Tito Vilanova, España volvió a vibrar al ganar una Eurocopa y los fichajes de verano no han sido los que eran. Todo eso ha sucedido en meses y bien podríamos decir que ha pasado realmente en un par de días. [Crónica del FC Barcelona 3-2 Real Madrid, por Rubén Heras]
Ya están aquí de nuevo los duelos Barça-Madrid, los clásicos que hacen que el país se detenga durante 90 minutos y, por suerte, en menos de una semana habrá partido de vuelta.
Decimos que parece que no ha pasado el tiempo porque el partido jugado en el Camp Nou se ha desarrollado por los mismos derroteros que los de la 'Era Guardiola' salvo dos cosas: el físico del Real Madrid solo daba para jugar 60 minutos y el buen rollo ha reinado entre jugadores y técnicos.
Desde que llegó Mourinho a la casa blanca, el equipo merengue mira de tú a tú al Barça. Excepto el 5-0, todos los choques entre ambos equipos han estado igualados, todos se han resuelto por detalles puntuales, y es que la precisión y el toque de los culés se contrarrestaban con el derroche físico y la pegada madridista.
Esta vez ha habido pegada, tanta como nunca, pero no ha habido derroche físico porque estamos en agosto. Más que por los aciertos, el partido se recordará por los fallos. Unos recordarán los de Coentrao, otros el de Víctor Valdés y algunos -como Mourinho- el del juez de línea.
Se pueden extraer varias conclusiones de este primer partido de ida de la Supercopa pero es difícil que alguna de ellas haya sorprendido a nadie:
- Posesión Vs efectividad: Como era de esperar, el Barça de Vilanova tiene la misma idea de juego que el ‘Pep Team’, posesiones bien maduradas a la espera de que aparezcan los huecos. Enfrente un Madrid que no sale a presionar arriba y a disputar la posesión pero que con dos tiros a puerta marca dos goles y deja la eliminatoria abierta hasta el Bernabéu.
- Messi y Cristiano no están: Los duelos Madrid se personifican siempre en el duelo Messi-Cristiano Ronaldo. A estas alturas de la temporada, ninguno de los dos ha jugado como de costumbre y eso que el portugués fue el encargado de abrir el marcador.
- Al Madrid se le hizo largo: Parece extraño pero los goles blaugranas llegaron después de que se adelantara el Real Madrid y es que fue a partir de los 60 minutos cuando empezaron a verse los huecos más grandes en la zaga blanca. Xabi Alonso y Khedira perdieron fuelle y los cerebros del Barça tuvieron libertad para poner balones a la espalda merengue. La entrada de Di María evidenció la falta de oxigeno que tenía el equipo.
- Los errores: Tanto por un lado como por el otro, tanto el de Valdés como los de la defensa blanca a la hora de tirar el fuera de juego. La banda izquierda del Real Madrid fue un coladero, Sergio Ramos pica y hace penalti claro y Arbeloa se duerme con el brazo levantado en el tercer gol. En el otro bando, Valdés no dormiría tranquilo después de su fallo ante Di María.
- Casillas e Iniesta opositan al Balón de Oro: Los dos no han perdido el punto de forma de la Eurocopa. Si no hubiera sido por el portero, el Barça liderado por Iniesta se hubiera ido con un marcador más abultado al Bernabéu. Si el Balón de Oro no fuera un premio tan mediático, le sería otorgado a uno de los dos españoles seguro.
- La ruedas de prensa son parte del partido: Era una de las incógnitas el saber si las ruedas de prensa de Mourinho y Vilanova serían tan jugosas y no han defraudado. El portugués amortiguó de antemano una posible derrota y tras el partido le dejó el recado al trío arbitral. Vilanova por su parte sigue el método Guardiola: "la eliminatoria está abierta, no me sorprende que Mourinho hable de los árbitros".