El líder de la general del Tour de Francia, Bradley Wiggins, se declaró “aliviado” tras la dura etapa alpina, en la que ha tenido que hacer frente a duros ataques de sus principales rivales, Cadel Evans y Vincenzo Nibali, haciendo así frente a la “etapa más dura. A medida que veía acercarse la meta, el alivio era mayor", explicó el británico. [Blog 'El Tour de Pablo Lastras': Gregarios de pacotilla, por Pablo Lastras]
Sobre sus rivales, se mostró en primer lugar sorprendido por el ataque del defensor del titulo, el australiano Cadel Evans, en el puerto de la Croix de Fer, porque estaban demasiado lejos de la meta. "No creo que fuera el mejor lugar para atacar. En ese momento teníamos a muchos compañeros y podíamos controlar más fácilmente".
Sin embargo, alabó al corredor italiano del Liquigas, Vincenzo Nibali, por su ataque ya que le ha puesto en aprietos. "Ha demostrado que está muy fuerte y que progresa cada día".
Quisó para finalizar quitarle hierro al ataque de su compañero de equipo Chris Froome y afirmó "Hemos tenido un problema con la radio y no podíamos comunicarnos. Esta mañana habíamos previsto que Froome atacara si yo estaba con los mejores en el tramo final, para intentar quitarle el segundo puesto a Evans",