La organización del Gran Premio de Bahrein ha asegurado que la carrera que debe disputarse en el reino de la isla del Golfo finalmente se celebrará, independientemente de la inestabilidad políticas que azota a la zona, con episodios violentos en las calles de Dubai.
En el anterior Mundial, la organización del Mundial de Fórmula 1 decidió cancelar la prueba, debido a la represión gubernamental para acallar las protestas de la sociedad civil. Poco han cambiados las cosas en un año, puesto que la oposición que demanda un proceso de reforma democrática solicita la cancelación de la carrera, en tanto que la considera una "herramienta de represión".
"El régimen está empleando estos acontecimientos como armas de represión, buscan legitimidad para eso, no para la gente. Nos gustaría parar esta carrera. Parándola, mostraremos al mundo que aquí hay una crisis. Ellos querrían presumir ante el mundo. Necesitamos esto para mostrar a la gente que están ahí por la fuerza, no por el deseo popular", ha afirmado desde Reino Unido el disidente Saeed Shehabi.