Ficha técnica:Ficha técnica:
1 - Kashiwa Reysol: Sugeno, Hashimoto (Hyodo, m.80), Kondo, Masushima, Sakai, Otani, Kurisawa, Jorge Wagner, Leandro Domingues, Kudo (Kitajima, m.46) y Tanaka (Sawa, m.65).
3 - Santos: Rafael Cabral, Danilo (Bruno Aguiar, m.91), Edu Drácena, Durval, Rodrigo, Henrique, Arouca, Elano (Alan Kardec, m.59), Ganso, Borges (Ibson, m.80) y Neymar.
Goles: 0-1, M.19: Neymar; 0-2, M.24: Borges. 1-2, M.54: Sakai. 1-3, M.63: Danilo.
Árbitro: Nicola Rizzoli (ITA). Mostró tarjeta amarilla a Leandro Domingues (min.32), Kurisawa (min.62) y Henrique (min.72).
Incidencias: Primera semifinal del Mundial de Clubes 2011 disputada en el Estadio Toyota de la provincia de Aichi.
El Santos cumplió con los pronósticos y se llevó la victoria ante el Kashiwa en las semifinales del Mundial de Clubes por 3-1. Neymar abrió el marcador con un auténtico golazo desde la frontal del área que repitió su compañero Borges a los cuatro minutos. Sakai acortó para los japoneses y Danilo puso el tercero y definitivo para los brasieños. El Barcelona ya sabe quién le espera en la final si los azulgranas ganan al Al-Sadd. [FC Barcelona - Al Saad en vivo, este jueves a las 11:30 en RTVE.es].
La primera semifinal del Mundial de Clubes se antojaba, a priori, fácil para el conjunto brasileño. Realmente no tardaron en ponerse al ataque total ante la portería del equipo japonés del Kashiwa.
Pero pronto apareció la estrella carioca. En el minuto 4, Neymar cogía un balón en el centro del área rival pero la pelota se iba al palo de la meta defendida por Sugeno. Era el primer aviso de lo que se le podía venir encima a un equipo, el nipón, que se habían plantado en las semifinales con la sorpresa de eliminar al Monterrey.
Entre los brasileños, era el propio Neymar el que más llamaba la atención bajando incluso a por sus balones a la zona de la mediapunta para subir con él. No acababa de fluir el juego de los hombres de Ramalho. Mientras, el Kashiwa mostraba que no había llegado hasta aquí para no dar un mínimo de 'guerra'. Los nipones empezaron a triangular con las subidas por la banda izquierda de Hashimoto que llevaban mucho peligro.
Además, en la parte de atrás parecían bien asentados en el terreno de juego y frenando en muy buenas condiciones a los brasileños. Los de Nelsinho (brasileño que entrena al equipo japonés) tenían bien aprendida la lección de que Neymar era el serio peligro en su rival esta vez, por lo que el seguimiento fue extraordinario.
Neymar y su golazo de ensueño
En estos primeros compases de partido, el Kashiwa parecía dominar más el encuentro. Incluso Leandro se animó a tirar desde fuera del área grande para que Cabral tuviera que entrar en calor.
Eso sí, hasta el minuto 19 duró el equipo nipón. Neymar cogía la pelota en la frontal del área, se le tiraba un defensor a los pies al que sorteaba con un recorte con la derecha para ponérsela a la izquierda y con ésta, con su bota siniestra y perfecta, bailaba encima del balón para colocar la bola en las mallas de Sugeno con un disparo lejano, magnífico e imposible. Se adelantaba el Santos y encarrilaba lo que ya se veía venir.
No pasaron más de cuatro minutos cuando, en esta ocasión, Borges agarraba la pelota también en la frontal y, ante la mirada de los jugadores japonenes (ninguno tuvo la velocidad o ni siquiera se atrevió a meter el pie para arrebatársela), colocaba con la derecha el balón en el otro lado de las mallas donde antes lo había puesto Neymar. Se avecinaba el 'chaparrón' de goles para Sugeno.
En el minuto 34, Neymar dio el susto cuando recibió un golpe en la pierna izquierda y tuvo que ser retirado en camilla. No tuvo más problemas porque se reincorporó al terreno de juego y siguió mostrando el magnífico fútbol que lleva en sus botas.
El Kashiwa anima el encuentro
También en defensa mostraron su superioridad los jugadores cariocas, aunque no siempre. El delantero del Kashiwa, Wagner, se encontró con un balón suelto el la parte izquierda del ataque nipón, dentro del área, pero también vio cómo Anderson le tapaba a la perfección y despejaba una de las ocasiones más peligrosas de los de Nelsinho hasta el momento.
Los ritmos siguieron por el mismo camino. Neymar, con sus caracoleos y regates imposibles para los jugadores nipones. Pero en éstas, llegó un córner a favor de un Kashiwa que no quería irse sin enseñar los dientes. El saque caía en la cabeza del defensa Sakai que, desde el punto de penalti, sin oposición de los jugadores brasileños, consiguió marcar para el conjunto nipón. Se animaba el encuentro.
Ahora, no tardaría en llegar otro gol del Santos. Diez minutos después, una falta en la frontal del área que sacaba Danilo y que acababa en las mallas del Kashiwa ante la atenta mirada de su portero Sugeno. La barrera no pudo impedir que llegara la pelota hasta allí y el meta nipón no pudo más que observar cómo entraba el tercero en su marco.
El Kashiwa no se vino abajo y decidió plantar cara fuera el que fuera el resultado. Ya no tenían nada que perder. Un pase en profundidad perfecto que se encontraba Sawa y éste, recién incorporado al terreno de juego por Tanaka, cruzaba la pelota pero golpeaba en el poste de la meta defendida por Cabral. A punto estuvo de hacer el segundo el equipo nipón.
El Santos también comete errores
El propio Sawa volvía a tener otra ocasión magnífica para acortar distancias cuando su compañero Leandro le ponía la pelota en boca de gol y no lograba meterlo en la meta brasileña. Las oportunidades que estaba desaprovechando fueron una auténtica cruz.
Un disparo de Ibson para el Santos golpeó en el travesaño y también pudo redondear la goleada carioca. En los de Ramalho todavía que daba por ver cómo su jugador Danilo se marchaba lesionado minutos antes de terminar el encuentro.
El Santos se ha metido en la final del Mundialito de clubes donde se espera al FC Barcelona si los azulgranas ganan al Al-Sadd catarí este jueves. No lo tendrán fácil los culés tanto en las semifinales como si llegan a enfrentarse a los de Neymar y compañía.
Por último, el Monterrey mexicano logró el quinto puesto en el Mundialito de Clubes 2011 tras ganar por 3-2 al Esperance Sportive tunecino, sobre el que impuso su mayor nivel futbolístico en el terreno de juego desde el inicio.