Nani Roma (Folgueroles, 17 de febrero de 1972) y Stephane Peterhansel (Vesoul, 6 de agosto de 1965) son en teoría los dos principales favoritos para llevarse el triunfo en el Dakar 2012. Correrán con sendos Mini dentro de la estructura X-Raid que dirije Sven Quandt.
Roma ha ganado el Dakar en una ocasión -2004, KTM- pero en la categoría de motos y Peterhansel acumula tres triunfos en las cuatro ruedas -2004, 2005 y 2007, siempre con Mitsubishi- además de ganar seis veces en moto -1991, 1992, 1993, 1995, 1997 y 1998, siempre con Yamaha-.
Roma acentúa su preparación física: "Durante el mes de septiembre y los primeros días de octubre le hemos dado una ‘vuelta de tuerca’ a las sesiones de entrenamiento y las hemos intensificando al máximo, tanto en duración como en calidad".
“Necesitamos entrenamientos de larga duración sin que nos provoquen sobrecargas“
"El ciclismo de carretera nos permite realizar ejercicio durante varias horas, que es lo que buscamos para afinar la preparación, ya que normalmente las etapas de lo raids son muy largas. Solemos estar varias horas para superar el recorrido y por ese motivo necesitamos entrenamientos de larga duración, sin que nos provoquen sobrecargas en las articulaciones y en los músculos, y esta es una de las cualidades que tiene el ciclismo", ha dicho.
"Además, nos permite disfrutar de paisajes que a ritmo de ciclista son mucho más fáciles de apreciar. Una sesión de estiramientos, una vez finalizado el recorrido, remata a la perfección el entrenamiento programado. Como complemento a estos entrenamientos, no hemos olvidado las sesiones de gimnasio en el CAR (Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallès), realizando ejercicios de musculación, propiocepción, equilibrio y elasticidad, que son sumamente importantes para que todo el cuerpo trabaje en armonía", añadió.
"También hemos tenido tiempo, como cada año, junto con unos cuantos amigos, de realizar el divertido y vertiginoso descenso del Barranco del Llech. El descenso es un recorrido por el interior de este río pirenaico, donde abundan los toboganes, rápeles y saltos de hasta nueve metros de altura. El plato estrella es el tobogán, llamado la lanzadera, un tobogán ‘ciego’ donde después de bajar deslizando por el tobogán, te encuentras volando en el aire, para ‘aterrizar’ en una gran poza", ha concluído.