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Supercopa 2011 | Cesc Fábregas

Cesc Fábregas: llegar y besar el santo

  • El jugador catalán logra su primer título con el Barça tras jugar doce minutos

  • Cesc inicia la jugada del gol decisivo para que su equipo gane la Supercopa

  • También es protagonista al recibir la dura entrada de Marcelo en el minuto final

RAMÓN PIZARRO
3 min.

Fueron apenas doce minutos, pero Cesc Fábregas tuvo tiempo más que suficiente para ser protagonista en la final de la Supercopa, que el FC Barcelona ganó por 3-2 al Real Madrid. El socio número 77.126 del Barça no pudo empezar de mejor modo su vida como jugador azulgrana. [Crónica de la final de Supercopa 2011]

Un sueño cumplido

Cuando en el minuto 57 Fábregas saltó a la banda a calentar, seguro que su corazón empezó a latir con más y más fuerza, tanto por el ejercicio, como por la emoción de ver cómo se acercaba el momento de ver cumplido su sueño desde niño.

El de Arenys de Mar tuvo tiempo de asimilarlo durante los 25 minutos que duró su calentamiento. Casi media hora para centrarse en el juego y dejar a un lado los sentimientos más íntimos.

Aunque, por mucho que haya querido aislarse Cesc de la llamada de su corazón, el momento fue emotivo. Acabado el sufrimiento vivido estos meses de atrás, Cesc cogió el tren y, nada más subirse a él, se ve que lo ha hecho con billete para el éxito.

Listo para triunfar

Ya dijo Cesc en la rueda de prensa que llegaba al Barcelona con el objetivo de triunfar. No esperó mucho el catalán. En el minuto 82 Fábregas sustituyó a Pedro y el Camp Nou fue un clamor.

Casi 93.000 espectadores dieron la bienvenida a su hijo pródigo, y tal vez por ello, uno de sus hijos más amados. Y Cesc no defraudó en los doce minutos que estuvo sobre el césped: ocho, más los cuatro de tiempo añadido.

Vino Cesc para triunfar y ya tiene un título. Ya en su primer minuto con la camiseta azulgrana pudo crear una ocasión de peligro, pero chocó con Piqué y se frustró esa posibilidad.

Ha venido para triunfar y, como dijo, para ayudar al club. De hecho, Cesc salió en un momento muy complicado del encuentro y ,como dijo Guardiola en la rueda de prensa, era un marrón para él y lo superó.

Para completar el círculo, Fábregas inició la jugada que supuso el gol del triunfo del Barcelona. Le puso la pelota a Messi y, a partir de ahí, Adriano y, sobre todo, el genio argentino culminaron la jugada. Por ello Messi corrió a abrazar el primero a Cesc, fue todo un símbolo.

Aún tuvo tiempo Cesc para ser protagonista, involuntario esta vez, cuando en el minuto 93 recibió una durísima entrada de Marcelo. Su debut en el Barça estuvo a punto de convertirse en debut y salida hacia el hospital, pero por fortuna para él pudo recuperarse.

No está físicamente a tope todavía, pero de su calidad y ganas de triunfar todo puede esperarse. Cesc llegó y besó el santo... puede que sea el principio de un nuevo sueño para Fábregas.

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