Otra vez Alberto Contador y otra vez junto a Samuel Sánchez. Los dos corredores españoles con más opciones en este Tour de Francia han conseguido poner a todo el país en vilo con su arriesgado descenso del puerto italiano de Pramartino. A pesar de los riesgos tomados, la distancia que ambos abrieron con el grupo en el que venían Cadel Evans y los hermanos Schleck no ha sido efectiva en la línea de meta. El único que se ha dejado tiempo en esta etapa ha sido un desafortunado Voeckler que llegó a 27 segundos del grupo de favoritos. [Clasificaciones del Tour de Francia]
La etapa se la ha llevado el noruego Boasson Hagen que ha sido el más valiente de entre los componentes de la escapada del día.
El acento español en la etapa lo había puesto el corredor Rubén Pérez en la ascensión a Sestrieres. Pérez atacó y dejó atrás a sus compañeros de fuga pero sus fuerzas acabaron en la última cima del día, el puerto de Pramartino, a falta de ocho kilómetros a meta. Su tesón le ha valido para llevarse el premio de la combatividad de la etapa.
El testigo de Pérez en lo del acento español lo recogió Alberto Contador con gusto cuando la carretera se empinaba por última vez para tratar de repetir en el descenso la maniobra del día anterior en Gap. El madrileño lo probó en las últimas rampas y la carrera cambió. Está siendo una tónica en esta 108ª edición que si no es Contador el que se mueve, la carrera transcurre con el aburrimiento como único protagonista.
Contador vuelve a atacar
Al ataque del dorsal número uno contestó sin problemas Andy Schleck que se llevó a rueda al resto de 'capitanos'. No tardó en llegar el segundo intento del madrileño que tanto tuvo el éxito deseado. De manera compacta se coronó el Pramartino, quedaba por delante un descenso muy técnico en el que los valientes podían abrir hueco.
El primero de los valientes fue el maillot amarillo Thomas Voeckler. El corredor del Europcar arriesgó tanto que en una de las primeras curvas a punto estuvo de salir recto. Sin el francés en cabeza del grupo, Contador y Samuel Sánchez se aliaron para bajar con todo juntos.
El riesgo se notaba en las caras y en las siluetas de los dos españoles. El asturiano tuvo que clavar el freno delantero en una ocasión de tal manera que su rueda trasera se levantó y en otra curva esquivó con astucia una salida de la carretera más que cantada. Ambos miraban continuamente hacia atrás para comprobar que habían hecho el corte y para mentalizarse que debían de apretar los dientes en los últimos metros de llano para recortar tiempo en meta.
Mientras el Tour se jugaba por atrás, adelante la etapa era para el noruego del equipo Sky, Boasson Hagen. Sin competencia en la recta de meta, Hagen levantó los brazos por segunda vez en este Tour después de haber demostrado ser el más fuerte en la escapada del día compuesta por Bauke Mollema, Maarten Tjallingii, Dmitriy Fofonov, Dmitriy Muravyev, Andrey Amador, Maciej Paterski, Sylvain Chavanel, Julien El Fares, Borut Bozic, Björn Leukemans, Jonathan Hivert y el español Rubén Pérez. El noruego se escapó en solitario en la última subida y aguantó en cabeza durante el descenso gracias en parte a la mala suerte de su perseguidor, el francés Hivert.
Hivert, y el peligro del descenso
Tras los escapados, llegaron a la recta de meta italiana de Pinerolo Samuel Sánchez y Alberto pero a falta de cien metros se les echó encima el grupo de los hermanos Schleck y Cadel Evans.
Tadavía faltaba por llegar el líder Voeckler al que se le vio meterse en una propiedad privada con su bicicleta por culpa de nuevo de los riesgos que tomó en el descenso. Finalmente fueron 27 segundos los que se dejó respecto al grupo de favoritos.
Llegan las dos etapas más decisivas a priori
Se acabaron las probaturas. A partir de este jueves se aclarará un poco más quién es el corredor con más opciones de vencer en París la 108ª edición del Tour. El jueves se disputará la decimoctava etapa, caracterizada por el homenaje de la 'Grande Boucle' al mítico puerto del Galibier, 100 años después de que se ascendiera por primera vez en carrera.
Es para muchos ciclistas, como por ejemplo Contador, "la etapa más dura". Los corredores recorrerán 200 kilómetros desde Pinerolo hasta el Galibier-Serre Chevalier, de categoría especial. En las piernas, los ciclistas arrastrarán la fatiga de haber subido otros dos puertos de la misma categoría, el Agnel y el Izoard.
Una buena paliza que se repetirá el viernes con final en Alpe d'Huez.