Y cuando se habló de fútbol el Barça superó al Madrid...
Después de una semana tensa, difícil, donde ha sido más protanista la palabra que el balón, teníamos ganas de ver como reaccionaban ambos equipos en el momento de la verdad.
Y una vez más se demuestra que el fútbol es de los jugadores. Unos jugadores, en este caso del Barça, muy convencidos de lo que querían en este partido. Quizá con un puntito más de precaución que en anteriores encuentros, debido a la ausencia de Iniesta, y jugando con menos jugadores de los habituales delante del balón.
Aun así, el Barcelona es incapaz de renunciar a su estilo, es decir, a tener la pelota, a no renunciar a ella y a atacar a través de la posesión.
Del Madrid teníamos dudas. No sabíamos que íbamos a encontrar, si la versión de liga en el Bernabéu o la versión del primer tiempo del Real Madrid de la final de Copa. Finalmente apareció la primera, una versión donde el Madrid renuncia demasiado a la pelota y con la que no es capaz de sacar el jugo a la indudable calidad que tienen muchos de sus futbolistas.
No obstante, es un estilo que ya había demostrado que ponía en serias dificultadas al Barça en anterior envites.
Puede gustar más o menos, pero es lo que Mourinho tenía decidido. Con lo que no contaba el portugués era con quedarse con 10 en el minuto 60 de la segunda parte.
Quizá la expulsión haya sido muy rigurosa (aunque también cabe recordar que a Sergio Ramos se le había perdonado una amarilla en el primera parte) pero la realidad del fútbol es que si el equipo contrario tiene el 80% la pelota estás expuesto a dar muchas patadas y en consecuencia a ser sancionado. Eso es lo que le ha pasado al Real Madrid.
Creo que el Barça ha sido superior y Messi ha elegido uno de los momentos cumbres de su carrera, en el día más señalado. Se ha reafirmado como el mejor jugador del mundo nada más y nada menos que en una semifinal de Champion League, en el Bernabéu y ante el Real Madrid.
El Barca ha demostrado después de una semana muy dubitativa por la bajas, problemas, etc. que estos años han sido superiores por merecimiento propio, al margen de ninguna consideración arbitral.
El fútbol es de los futbolistas y así deberá seguir siendo siempre.