Mucho ha cambiado Portugal desde la última vez que se enfrentó a España, en aquel fatídico partido para los lusos en el que quedaron apeados del Mundial de Sudáfrica. Se fue Queiroz y nuestro vecino ibérico buscó una solución a su maltrecha fase de clasificación para la Eurocopa. Intentaron contar con Mourinho, pero el Madrid cerró la puerta y Portugal optó por el 'Plan B'.
El 'Plan B', más conocido como Paulo Bento, ha devuelto el color a la selección portuguesa. Sin hacer grandes cambios en las convocatorias, el nuevo entrenador portugués, que dejó huella como jugador en el Oviedo, ha dotado carácter al equipo que cayó en Sudáfrica.
Queiroz sólo había sumado un punto en dos partidos y Bento ha logrado seis con dos victorias en dos partidos. Su estreno frente a Dinamarca subió el ánimo portugués y el triunfo ante Islandia confirmó la buena senda de la nueva Portugal.
Decía Del Bosque a su llegada a Lisboa este martes que su rival apenas ha cambiado desde el Mundial, "sigue apoyándose en sus mejores jugadores". Efectivamente, aunque ahora, Cristiano y Nani, máximos exponentes del fútbol alegre y vertical luso, juegan con mayor libertad de la que lo hacían con Carlos Queiroz.
Aunque, sin duda, el cambio más notorio en el juego de nuestro vecino ibérico ha sido la colocación del madridista Pepe, que ha regresado a su puesto natural en el centro de la defensa, abandonando el centro del campo en el que desempeñaba con Queiroz. Como en el equipo blanco, Pepe forma con Ricardo Carvalho una de las defensas más fiables del continente. Todo un seguro para Eduardo, indiscutible en la portería de PB.
El nuevo seleccionador portugués también ha recuperado a Bosingwa. El jugador del Chelsea se perdió el Mundial por una inoportuna lesión de rodilla y ha regresado para hacerse con el lateral derecho, todo un quebradero de cabeza para el seleccionador.
Verticalidad y fluidez en el centro del campo
En el centro del campo, el cambio ha llegado bajando el balón al césped. Han ganado puntos Martins y Moutinho, dos líderes en Benfica y Oporto que aportan fluidez a la creación del juego planteado por Bento. Y, por supuesto, la velocidad la ponen Cristiano Ronaldo y Nani, auténticos puntales de esta selección, que quiere volver a ser grande tras su fracaso en el Mundial.
Aunque para eso deberá mejorar la factura de sus delanteros, el gran punto débil de nuestro rival de este miércoles. Hugo Almeida es el 9 de Paulo Bento, aunque un sólo gol en cuatro partidos de clasificación para la Eurocopa es una escasa renta para un equipo ambicioso. Postiga, Liedson o Danny optan a un puesto renqueante en Portugal.
La faceta goleadora, por tanto, recae en los omnipresentes Ronaldo y Nani, una dependencia peligrosa para Portugal, que se presenta ante España en una esperanzadora etapa de transición iniciada con la incertidumbre de un 'Plan B' que ha devuelto la ilusión a todo un país.