El equipo español de natación sincronizada ha conseguido en el Europeo de Budapest la medalla de plata, después de hacer un ejercicio basado en "La casa encantada" que las ha dejado a menos de tres puntos de las grandes favoritas, las rusas, que se han hecho con el oro. El equipo ucraniano ha terminado en el tercer lugar del cajón.
Andrea Fuentes, Ona Carbonell, Clara Basiana, Alba Cabello, Margalida Crespí, Thais Henríquez, Paula Klamburg y Cristina Salvador salieron a la piscina de Isla Margarita, en Budapest, en última posición, sabiendo que sus grandes rivales, las rusas, habían hecho una rutina impresionante que les había valido dos 10, uno en el mérito técnico y otro en el artístico.
Rusia vuelve así a conseguir el cetro europeo de la sincronizada, que en el pasado Europeo, en eindhoven, las españolas lograron arrebatar a sus máximas rivales. Pese a ello, las pupilas de Anna Tarrés presentaron dura batalla y realizaron un ejercicio de muchísima dificultad, con elevaciones muy complicadas y una sincronización cais perfecta, que les valió colocarse segundas y a mucha distancia de las que terminaron terceras, las ucranianas.
De hecho, Ucrania, que está siendo la gran revelación de este Europeo, salvó a duras penas la medalla de bronce pese a que una de sus nadadores tuvo una gran desincronización en los elementos finales de su ejercicio, y que además perdió el broche del pelo (lo que supone una penalización en el apartado artístico), pero aun así las jueces las dejaron por delante del equipo italiano, que terminó en cuarta posición.
Y después de las finales del domingo, dúo y combo, en las que España aspira a otras dos medallas, la mirada de Tarrés y sus pupilas está puesta en los Juegos de Londres y el Mundial del próximo año, en el que la idea de la seleccionadora nacional es estrenar una nueva rutina inspirada en Alicia en el país de las maravillas y en la que quieren utilizar bañadores "con algún tipo de pintura o material que cambie de color con el agua" para añadir una innovación más.