Ficha técnica:
0 - Portugal: Portugal: Eduardo, Ricardo Costa, Ricardo Carvalho, Bruno Alves, Pepe (Pedro Mendes, m.63), Duda (Simao, m.54), Tiago, Raúl Meireles (Miguel Veloso, m.84); Fabio Coentrao, Danny y Cristiano Ronaldo.
0 - Brasil: Julio César; Maicon, Lúcio, Juan, Michel Bastos; Gilberto Silva, Felipe Melo (Josué, m.44), Daniel Alves; Julio Baptista (Ramires, m.82); Nilmar y Luis Fabiano (Grafite, m.85).
Árbitro: Armando Archundia (MEX). Mostró tarjeta amarilla a los portugueses Tiago, Pepe, Duda y Coentrao, y a los brasileños Luis Fabiano, Juan y Felipe Melo.
Incidencias: encuentro correspondiente a la tercera y última jornada del Grupo G del Mundial de Sudáfrica 2010 disputado en el estadio Moses Mabhida de Durban ante unos 62.700 espectadores.
Brasil y Portugal han sellado las tablas (0-0) en un partido que apuntaba alto y se quedó en un simple choque que aburrió a los aficionados de los dos combinados. Los 90 minutos sirvieron para confirmar la apatía de los dos equipos. [Así lo hemos contado]
En el otro partido del grupo, Costa de Marfil venció por un esteril 0-3 a Corea del Sur. Sólo la victoria de Brasil y una 'supergoleada' de los africanos hubiesen impedido el pase de los hombres de Queiroz a la siguiente ronda mundialista.
El partido comenzó con muchas espectativas, todas las miradas estaban puestas en un encuentro que sonaba a una final anticipada del Mudnial de Sudáfrica. Pero la realidad fue muy diferente, Brasil fue la selección que llevó el peso del partido en la primera mitad y Portugal se dedicó a esperar atrás y se encomendaron a un Cristiano Ronaldo que pecó de inidividualista.
Dunga optó por Baptista en lugar del sancionado Kaká, y por el delantero del Villarreal Nilmar en lugar de Robinho, que descansó de cara al siguiente choque a vida o muerte. La gran novedad fue la inclusión de Alves como interior, por delante de Maicon.
La estrategia de Carlos Queiroz fue clara y muy decepcionante. Esa selección que marcó siete 'chicharritos' a Corea del Norte fue un mero espejismo. Portugal se limitó a dejar que los brasileños llevasen el peso del partido, robar algún balón en su campo y salir a la desesperada con un pase en largo a su mejor hombre, el jugador estrella del Real Madrid, Cristiano Ronaldo.
Conforme pasaban los minutos, el encuentro empezó a perder en intensidad y a ganar en violencia. Entre Pepe -regresaba a la titularidad por primera vez desde su grave lesión de rodilla- y Felipe Melo se batieron en un duelo a ver quién de los dos era expulsado antes y hacía la entrada más salvaje.
Pero el colegiado mejicano Benito Archundía quiso sacar provecho a su recién estrenada tarjeta a amarilla y se mostró muy compasivo en acciones que debían haber sido sancionadoas con roja directa, sin duda.
Primero fue Melo el que insistía en el juego sucio reiterándose en las faltas sin sentido en el centro del campo. Luego Pepe le tomó el relevo y quiso ser más que el brasileó. El central del Madrid le dio un feo pisotón al brasileño que pudo terminar en un tobillo fracturado o algo peor.
Brasil también se duerme
Esa acción sólo le costó una amarilla. Pero Melo le apuntó la matrícula a Pepe y en la siguiente jugada pasó por encima del luso como una apisionadora. El mejicano quiso dar lo que quitó y también le mostró la amarilla.
Entonces apareció la figura de Dunga para calmar los malos ánimos que empezaban a respirarse en el Moses Mabhida. El seleccionador 'carioca' optó por quitar al caliente Melo y meter en su lugar a Josué.
Hasta ahí llegó la primera mitad y los malos modos de un partido que no los necesitaba. La reanudación trajó tras de sí más aburrimiento y falta de juego. Brasil se contagió de la apatía lusa y prefirieron darles el balón y esperar atrás, lo mismo que hiceron sus rivales en la primera mitad.
Las ocasiones de Portugal se contaron con los dedos de una mano y sobraban. Meireles y Cristiano dispusieron de las dos mejores oportunidades, una la despejó Lucio y la otra apareció la figura de Julio César para evitar lo que iba a ser el primer tanto y demostrar que está un par de escalones por encima del resto de porteros.
El mejicano quiso prolongar el sopor e inexplicablemente decidió descontar cinco minutos a un partido en el que apenas hubo interrupciones. En el primer minuto de la prolongación, el carioca Juan se sacó un dispero que tropezó en Bruno y a punto estuvo de sorprender al guardameta luso Eduardo, que tiró de reflejos para salvar la ocasión.
Brasil pasa como primera y se verá las caras con Chile en octavos de fina. Por su parte, Portugal será el rival de España, que consiguió vencer a Chile en el último partido de la fase de grupos del Mundial de Sudáfrica.