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Xerez, Tenerife y Valladolid, descendidos por dejar los 'deberes' a última hora

  • El Xerez, colista casi toda la Liga, esperaba un milagro que no llegó

  • El Tenerife pasa sin pena ni gloria en su año en Primera

  • El Valladolid paga su 'coqueteo' con el descenso tres años seguidos

ÓSCAR LÓPEZ CANENCIA
5 min.

Se terminó la agonía para Xerez, Tenerife y Valladolid. La última jornada de la Liga 2009-2010 dejó sentenciado los tres puestos de castigo, los del descenso a Segunda División.

En una temporada también muy abierta por abajo, cinco equipos eran los candidatos a esos tres puestos con tan sólo tres puntos de diferencia entre ellos. Cuatro de ellos estaban empatados a 36 puntos y el que peor lo tenía era el Xerez, colista con 33.

Los jerezanos debían ganar a Osasuna y esperar la derrota de Valladolid y Málaga, así como la de Racing o Tenerife. Pero su victoria no llegó y la espera no fue necesaria. Demasiadas carambolas para pensar que iba a producirse el milagro.

Valladolid y Málaga tampoco lo tenían fácil, pues jugar ante Barça y Madrid cuando se juegan el título de campeón en la Liga más reñida de los últimos años no augura un buen resultado. El Málaga dependía más de sí mismo, si ganaba seguía en Primera. El Valladolid necesitaba ganar y si perdía debía cruzar los dedos. El meritorio empate de los andaluces condenaba a los de Clemente, cuya llegada a final de temporada no logró la remontada en la tabla.

El Tenerife debía ganar y esperar que Valladolid y Málaga no hicieran otro tanto. El empate ante el Valencia aún le daba posibilidades si sus rivales no lograban puntuar, pero ellos mismos se condenaron encajando el gol de la derrota en el descuento en Mestalla.

No hubo milagro para el Xerez

Fue demasiado bonito para ser verdad. El empate ante Osasuna condenó al conjunto andaluz a Segunda, pero lo hizo demostrando dignidad y casta.

Estaba casi cantado desde las primeras jornadas, puesto que el Xerez tardó seis en marcar un solo gol. Fue ante el Málaga y sólo le valió el empate al conjunto entonces entrenado por José Ángel 'Cuco' Ziganda. Aunque antes también logró arrancar un punto ante el Espanyol con un empate sin goles.

De la mano del ex osasunista, el equipo sólo logró siete puntos en 17 encuentros. En enero fue sustituido y llegó Néstor Gorosito, con la doble misión de devolver la confianza al equipo y a una afición que ya asumía el descenso.

"Milagro" fue la palabra más repetida en Jerez desde la llegada del argentino, y se creyó en milagros con victorias como las logradas ante el Mallorca, en Málaga a domicilio por 2-4 y en el Calderón ante el Atlético, entre otras.

Seguía siendo colista, pero la distancia con los puntos de salvación se recortaba por momentos. El 3-2 logrado ante el Zaragoza en la pasada jornada sólo sirvió para alargar la agonía, pero -eso sí- despedirse de su afición a lo grande.

Tenerife, sin pena ni gloria

Con la misma tranquilidad que caracteriza a los tinerfeños, el Tenerife se despide de Primera División por culpa de su derrota en Valencia. Como dato significativo, el conjunto insular vuelve a Segunda con el mismo entrenador con el que subió, José Luis Oltra.

Su buen hacer en el Tenerife pese al descenso, le ha valido la renovación y el hito de ser el cuarto entrenador que completa una temporada en Primera y continúa al frente. Antes que él lo hicieron Jorge Valdano, Jupp Heynckes y Vicente Cantatore.

Un equipo, el Tenerife, que con una media de edad de 27 años y sin jugadores de relumbrón -además, sólo cuatro de ellos son extranjeros- se ha tomado el año en Primera como un premio.

Sólo nueve victorias y otros tantos empates se han antojado demasiado lastre para el equipo, que parecía haber metido la directa en las últimas nueve jornadas con un balance prometedor de tres victorias, tres empates y tres derrotas.

Se tensó la cuerda en Valladolid

Lo intentó el conjunto pucelano, pero el Barça es mucho Barça. La goleada en el Camp Nou, sumado al empate del Málaga ante el Madrid, terminó de condenar al Valladolid a Segunda División, a pesar de la llegada de Clemente, que insufló nuevos ánimos.

El técnico de Barakaldo fue la opción de última hora del club después de que fallaran Mendilíbar y Onésimo. Sus antecesores no fueron capaces de reconducir a una plantilla que ha sufrido vaivenes por asuntos extradeportivos.

Los rumores sobre las salidas nocturnas de algunos jugadores en momentos decisivos volvieron a parte de la afición en contra del equipo. Algo que se les fue de la mano a Mendilíbar y Onésimo, pero que con Clemente, al margen de los resultados, pareció disiparse.

Y eso que la temporada no empezó mal para los pucelanos, puesto que hasta mitad de la temporada no estaban metidos en la zona de alarma. Sin embargo, entonces llegaron duros varapalos en casa contra Atlético (0-4) y Barça (0-3).

La directiva decidió destituir a Mendilíbar en febrero, cuando iban penúltimos en la tabla, y apostó por un técnico como Onésimo, sin experiencia en banquillos de Primera. Sin embargo, su etapa como jugador del Valladolid sirvió como argumento para presentarlo como un hombre de la casa.

Pero el que fuera habilidoso extremo como jugador, sólo pudo lograr seis puntos de 30 posibles. Llegaba Clemente con la misión de salvar lo que parecía insalvable. Su fama de saber llevar un vestuario le valió la aceptación de club y aficionados, y consiguió mejorar los números del equipo.

Sin embargo, tres temporadas seguidas dejando los 'deberes' para el final acabaron tensando demasiado la cuerda, y un histórico como el Real Valladolid volverá a jugar en Segunda cuatro años después.

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