El comentarista de TVE Dennis Noyes lo describió muy bien al final de la carrera: "Desde ahora nunca hablaré de imposibles cuando me refiera a Jorge Lorenzo". Y todo porque el piloto de Fiat Yamaha protagonizó una carrera antológica. Como a él le gusta, de menos a más y con un final de carrera fulgurante.
Jorge Lorenzo puede estar satisfecho. Siempre había dicho: "ya he sido campeón del mundo. Ahora sólo me falta ganar en Jerez en MotoGP". Y ya tiene su victoria tan deseada.
La carrera tuvo tres protagonistas: Lorenzo, Pedrosa y Rossi, aunque no por este orden cronológico.
El primero en destacar fue Dani Pedrosa. El piloto de Honda Repsol hizo un carrerón después de acabar séptimo, y muy enfadado, en Qatar. El pupilo de Alberto Puig, que arrancaba desde la 'pole' se puso como líder y pilotó como sólo él sabe: fino, técnico, sin errores.
Fue dejando a todos sus rivales atrás, menos a Valentino Rossi, que lo seguía de cerca. Pero Dani marcó un alto ritmo y pronto se vio que el italiano no podría superarlo.
Jorge Lorenzo, que había salido mal, colocándose en el quinto puesto, por detrás de Hayden y Stoner, se quedaba a unos cuatro segundos de la cabeza de carrera. Siguiendo su habitual rutina, Lorenzo fue aumentando el ritmo a medida que se vaciaba el depósito de gasolina.
Remontada espectacular
Lorenzo pasó a Stoner, a Hayden y se lanzó hacia Rossi. Lo pasó por el interior a seis vueltas para el final. Aún estaba a más de un segundo y medio de Dani Pedrosa, pero el balear no se conformó con la segunda plaza. Se lanzó hacia Pedrosa y logró pegarse a su rueda a tres giros para la conclusión. Lorenzo le enseñó la rueda varias veces pero no fue hasta la última vuelta que asestó el golpe final: pasar a Dani Pedrosa y proclamarse ganador del GP de España en la categoría reina, una de sus metas deportivas.
Esta victoria dio el liderato de MotoGP a Jorge Lorenzo, por delante de Rossi y Pedrosa.